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martes, 21 de junio de 2022

Reto para CEDH cambiar paradigmas en el servicio público: Geovanny Pérez López

 


Zurya Escamilla Díaz (Tlaxcala, 21 de junio de 2022) A un año de un difícil comienzo en el cargo como consejera consultiva de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, la presidenta de la Comisión de Educación, Cultura de Paz y Derechos Humanos, Geovanny Pérez López, refiere que los retos persisten para este organismo autónomo, sobre todo en lo que se refiere a la incidencia en otras instituciones y la forma en que se ejerce el servicio público.


Designada para un periodo que culmina el 11 de junio de 2025, Pérez López resalta que en este primer año de trabajo han tenido que reforzar el trabajo en el interior de la Comisión -desde la normatividad interna, diagnósticos sobre el trabajo y condiciones laborales, capacitaciones, por mencionar algunas- para lograr recuperar la confianza en esta institución.


ZE. A un año en el cargo, ¿cómo ha sido ese transitar en la CEDH?


GPL. Sí ha habido cambios significativos; sin embargo, hay muchas cosas que siguen faltando. Hay prácticas institucionales que no se terminan de un día para otro, hay muchas cuestiones que deben modificarse porque es parte de este sistema patriarcal que con una administración no es que todo se cambie; pero sí hay avances importantes porque el hecho de mirar aquellas debilidades o aquellas cuestiones que no se hacían y empezar a realizar los trabajos sí va generando un cambio.


Prácticamente pareciera que se empieza de cero. No digo que otras administraciones no hayan hecho trabajo, me parece que cada administración se ha definido por cuestiones interesantes y algunas otras por no acciones; pero el tema fundamental es mirar el cambio de las conductas, actitudes, la forma de atención, el hecho de que -por ejemplo- se hablara de que antes no había tantas quejas o no se solicitaban tantas capacitaciones, o la figura del observador, y que hoy tengamos una alta demanda.


Creo que estamos mirando la realidad de lo que sucede en Tlaxcala en cuanto a los derechos humanos porque hay veces que no nos damos abasto con el personal. Somos muy pocos en la Comisión como para todo el estado, pero ahora ha habido (un incremento) no solo en las demandas de quejas presenciales, sino por vía electrónica. Eso es algo que también ha llevado un avance, el hecho de que de manera electrónica puedas presentar tu queja o vía telefónica o -cómo lo marca la ley- de oficio cuando los medios de comunicación sacan alguna nota. Eso ha implicado […] visibilizar quiénes y en qué espacio se siguen vulnerando los derechos.


ZE. ¿Cuáles fueron los principales retos qué les tocó enfrentar a su llegada?


GPL. Lo más complicado tiene que ver con el tema de la transparencia, del acceso a la información, de la cuestión del archivo para recuperar toda la memoria, […] se sigue este proceso.


Pero el reto principal considero que es la parte de recobrar la confianza, la credibilidad de la ciudadanía hacia una institución como la Comisión. Me tocó que me dijeran en los espacios donde iba a capacitar o a participar “es que la Comisión de Derechos Humanos no hace nada, no sirve”. Te das cuenta de que las personas no creen y no confían. Es muy fuerte, porque aun cuando hagas el trabajo, no van a confiar y el reto es generar acciones más allá de un discurso o de convencimiento, […] con hechos demostrar que sí se pueden generar acciones en favor de la ciudadanía y de sus derechos.


ZE. ¿Cómo van con el logro de este reto? ¿Cómo ha avanzado el tema de la confianza?


GPL. Se ha avanzado en el sentido de que como Consejo Consultivo -lo digo desde mi comisión- ha habido más involucramiento con la sociedad. Antes no era tan visible y muchas personas me comentaban que no sabía que existían consejeras o consejeros y lo que hacían, o que la Comisión existía o las diferentes visitadurías. Me parece que estamos en una primera etapa de dar a conocer que existe el organismo, para qué sirve, cuál es su competencia; por eso digo que pareciera que empezamos de cero porque se supone que la ciudadanía, a 29 años de la Comisión, deberíamos saber que existe, qué es lo que hace y cuál es su competencia; lo real es que no y eso se debe a una falta de difusión, de promoción, no solo de este organismo sino de los derechos humanos.


La ciudadanía, al no conocer sus derechos y a dónde exigirlos o quién te puede acompañar para exigirlos, obviamente no se acerca; por eso decía que el que haya más demanda en las solicitudes de observadores o de quejas también nos da un referente de que ya se está conociendo-


Ahora, el siguiente reto está en dar atención adecuada desde el enfoque de derechos humanos, con perspectiva de género; pero sobre todo que miren que lo que se hace en la Comisión trae una consecuencia hacia las autoridades a través de las recomendaciones y el reto que seguiría es que éstas sean efectivas, que la autoridad sepa que deben aceptar las recomendaciones, que es una llamada a mirar que no están garantizando esos derechos humanos y que por ley están obligados a hacerlo. Por lo tanto, tienen que dar cumplimiento a lo que esté organismo les solicita y en caso de que no, el Congreso tiene las facultades de llamarlos a comparecer.


Eso implica que las instituciones, los diferentes poderes, trabajen de manera interinstitucional en el sentido de que, si cada quien está haciendo lo que le toca, se puede llevar a cabo a toda esta ruta que marca la ley para el cumplimiento de los derechos humanos, ya sea por voluntad o por exigencia de este organismo a través de una recomendación.



ZE. ¿Cómo observan la apertura de las instituciones para el trabajo que hace la Comisión?


GPL. Hay resistencia, seguimos pensando que lo que antes funcionaba va a seguir funcionando o puede ser igual y creo que esos son paradigmas que hay que romper en el servicio público. Se cree que no pasa nada cuando vulneran un derecho humano porque puede haber influencias o algunos otros factores para que sigan siendo omisos. Sin embargo, creo que al visibilizar que se está haciendo un trabajo diferente, no solo al interior sino el exterior de la Comisión y que la ciudadanía se está dando cuenta de la existencia de este organismo y de que puede ser acompañado para la exigencia de sus derechos, las autoridades también tendrían que modificar este actuar porque se va a seguir visibilizando su acción o su omisión.


En ese sentido, las resistencias siguen latentes porque hay una parte de las instituciones donde las prácticas pareciera que se quieren volver cíclicas Y ésa es la parte complicada. Cuando las instituciones comprendan que cada una tiene una función y que la ley les faculta para hacer algo en beneficio de la ciudadanía, pero que eso no los exenta de que sean vigilados y evaluados, entonces podrán mirar lo que es importante de la cultura de derechos humanos.


Si siguen sin creer que nadie les va a hacer nada y se resisten a los cambios, va a ser más complicado para nosotros y para la ciudadanía misma, porque va a seguir observando las mismas prácticas y lo más grave es que van a seguir siendo vulnerados sus derechos. 


A veces pareciera que, porque la Comisión no emite recomendaciones vinculantes, no les importa; pero pensemos en el origen de la Comisión y lo que representa a la ciudadanía como un organismo autónomo que vigila a las demás instituciones: visibilizar y de sancionar desde una forma moral a las autoridades y que esto también es romper otro paradigma. No es necesariamente esperar una sanción económica o presión desde esta cuestión tan punitiva de castigo, sino entender que una llamada de atención tendría que ser suficiente para cambiar una práctica que está vulnerando los derechos. 


Pareciera que también es una cuestión personal desde el servicio público. No se ha hablado tanto en el estado de la vocación para ser servidoras y servidores públicos o de quién es el servidor o la servidora pública que tenemos en las instituciones porque muchos pareciera que no tienen ética y la falta de ella implica que te creas “no me van a hacer nada, no me importa hasta que haya algo que me sancione”, algo grave que me obliga a hacer las cosas diferentes. Tiene que ver con romper paradigmas desde el ser y lo que se hace como servidor público porque eso impacta en la institución completamente. No podríamos hablar de una institución como algo global que cuando le des un curso ya cambia por completo; tiene que ver la voluntad, la vocación y la ética.



ZE. En este año, ¿cuáles consideras que son los principales logros de la CEDH?


GPL. Yo creo que los principales logros son el cambiar algunos paradigmas justo en el hecho de pensar que las personas que estamos aquí realmente ejercemos el servicio público con ética, que quienes estemos aquí somos personas actualizadas en los temas porque es eso es parte de las debilidades en el servicio público.


Uno de los logros de manera interna es el hecho de asumirnos como defensoras y defensores de los derechos humanos que también es algo importante porque a veces se cree que dentro de estos organismos eres un servidor público más, como en cualquier otra institución y no es así. Este trabajo es especial porque debes realmente creer en la defensa de los derechos humanos y además vivirlos.


Ha sido complicado, tanto así que se generó de manera interna un diagnóstico para mirarnos entre nosotros: cómo es el clima laboral, si estamos libres de discriminación, si tenemos un ambiente que genera igualdad. […] Cuántos hombres, cuántas mujeres, si hay personas de la diversidad, si nuestra infraestructura es adecuada, si tenemos prestaciones. Toda esta parte que como servidores públicos debemos tener para hacer nuestro trabajo. 


Ése ha sido uno de los principales objetivos: mirar dentro para que de manera externa se refleje. Se han generado muchos cambios de manera interna, se ha capacitado y priorizando la atención al público en cuanto a brindarla con calidad, con calidez, desde enfoques y perspectivas de derechos humanos. Si bien no es suficiente con la capacitación, poco a poco hemos ido observando la forma en la que estamos trabajando.


Otra de las cuestiones importantes es que hemos salido más a los municipios, a las comunidades; es algo que no debe dejar de hacerse porque no se defienden los derechos humanos desde el escritorio, tampoco los va a conocer la ciudadanía solo con la publicidad. Creo que necesitan mirar a quienes estamos aquí y conocerlos porque eso nos va a exigir que seamos mejores defensores de derechos humanos o que nos digan quiénes no estamos haciendo nuestro trabajo, porque algo que también se está trabajando es la parte del órgano de control interno a efecto de que, quien no haga su trabajo, tenga una consecuencia. No es solo profesionalizar y capacitar, sino que en las acciones se vea reflejado todo eso.


Otro, es generar contenido de capacitación abierto al público, para autoridades específicamente como el uso de la fuerza, derechos humanos, perspectiva de género, diversidad sexual; son los temas que ahorita han tenido mucha demanda, pero se quieren colocar otros temas a efecto de que el servicio público vaya también modificando o rompiendo esos paradigmas y que se han llevado a los municipios, a escuelas, a las comunidades; no solo con las autoridades, sino con ciudadanía.


Algo importante es que la Comisión no tiene mucho material propio, el material que se difunde en lo general es de la Comisión Nacional y ahí creo que es una de las cuestiones que en estos 29 años ha generado confusión en la ciudadanía, porque muchas veces nos dicen es que vamos a la CNDH y vienen aquí; no se refieren a ella, sino a la estatal.


Muchas personas han venido y me han dicho “yo nunca había entrado, sí sabía que estaba, pero nunca había entrado” o hay quienes dicen “no sabía que estaba o que tenía las visitadurías” o “sí sabía, pero pensaba que era como solicitar algunas otras cuestiones”.  Eso también es un reto, muchas personas no conocen la competencia de la Comisión; en el informe se observa que hay mucha demanda que no es de nuestra competencia, esto no significa que no se canalice, no se acompañe o no se brinde orientación porque al final es parte del trabajo.


La perspectiva de género ha permeado en todo, incluso en cuanto al lenguaje incluyente no solo en la ley, sino en el reglamento. Nuestros marcos normativos ya están analizados y adaptados. Tenemos documentos que no se tenían cuando llegamos, desconozco si en otras administraciones había: manuales de organización, operativos, código de conducta; es decir, todos los marcos normativos internos los tenemos actualizados en este primer año porque era la base para echar a andar a un organismo. No podíamos empezar y que cada quien haga lo que crea.


(Tenemos) una cartilla de lengua de señas, un folleto informativo. Se están construyendo manuales para infancias, algunos diagnósticos en proceso que se van a presentar en este año. 


Se ha trabajado mucho con personas privadas de su libertad con un proyecto sobre mediación penitenciaría que, cuando se habla de esto a nivel nacional, nos damos cuenta de que somos de los pocos que han trabajado esos temas en los CERESOS y se está sistematizando toda la información. Eso algo importante porque no todas las instituciones lo sistematizan y aquí se está trabajando en eso. Ha habido muchos proyectos en muchas cuestiones, pero me parece que en la parte educativa en cuanto a los derechos humanos y en cuanto a cultura de paz se han ido generando muchos avances y eso nos lleva a que la ciudadanía empieza a conocernos.


ZE. En lo personal, ¿cómo ha sido para ti este año en la Comisión?


GPL.  Ha sido complejo porque, insisto, hay que romper estructuras cognitivas, estos paradigmas desde yo vengo, desde esta formación de mirar todo lo que se necesita dentro de una institución y ahora hacerlo es complejo porque hay limitaciones, porque hay resistencias incluso de manera interna porque hay todo esto que tiene que ver con el sistema patriarcal. Es difícil venir y hacer un cambio tan radical, más cuando te miran como feminista y desde una conceptualización errónea. Me parece que las resistencias son más fuertes porque he tenido que aclarar mi forma de trabajar, el por qué soy feminista y cuál es el objetivo.


No todo ha sido complejo, sino que me he sentido a gusto con lo que hago al tener contacto con más personas. Me llena de satisfacción poder participar en diversos proyectos con otras instituciones, donde pueda sumar y aportar desde mi visión feminista; y desde esa misma visión contribuir a cambios internos, acercarme a proyectos con sociedad civil organizada porque hasta ahora muchas asociaciones me han invitado y he trabajado con ellas.


He podido hacer lo que me gusta desde mi visión, acompañada con organizaciones; pero además en vinculación con instituciones que tienen apertura, porque algo rescatable es que en muchas instituciones hay muchas otras servidoras o servidores públicos que tienen esa voluntad de generar cambios que impacten, no solamente de sacarte la foto y ya; sino de verdaderos cambios que transforman el actuar desde el servicio público. 


Creo que eso es lo que me llena de satisfacción y lo que me da más aliento: saber que aun cuando sea complejo por las resistencias o por el mismo sistema, sí se puede hacer poco a poco. Siento que ha sido un año donde pude haber hecho más, pero eso también me lleva a la reflexión de qué tanto desde el servicio público nos auto exigimos, como personas de sociedad civil acostumbradas a otra dinámica y dentro de las instituciones, donde la burocracia también juega un papel importante, vas mirando lo complejo que se vuelve por todo lo que tienes que comprobar y que hacer. No digo que en las asociaciones no se haga, pero me parece que es una dinámica donde tienen claro el objetivo; aquí pareciera también que hay que dejar claro el objetivo común para asumirte realmente como defensor y defensora.


ZE. ¿Qué retos vienen para este año?


GPL. Los retos siguen siendo la construcción de diagnósticos porque te abren el panorama para la intervención; aunque ya se están trabajando, tienen que construirse y presentarse, socializarse, no solamente tenerlos como documentos.


Otro de los retos para la Comisión es la reconstrucción de la memoria histórica de la vulneración de los derechos humanos y no solo de seguir generando documentos para promotoras o promotores, sino para mirar el adecuado acompañamiento y la forma en que las instituciones deben garantizarlos.


Creo que la capacitación es uno de los retos permanentes. Sabemos que en este periodo no van a quedar todas las instituciones capacitadas porque son muchas; pero sí creemos que a través de manuales o de guías se puede replicar estos procesos y sensibilizar.


En cuanto al trabajo con organizaciones, sigue siendo un reto que nos miremos desde el bien común y trabajemos de manera conjunta, porque algo que desde las instituciones se tiene como debilidad es la articulación, no solo hablando desde lo institucional, sino con la sociedad, con las asociaciones civiles. Romper ese paradigma es un reto.


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