Zurya Escamilla Díaz (Tlaxcala, 9 de diciembre de 2022) Los primeros rayos de esta fría mañana de un otoño tardío comenzaban a despuntar tras la Malinche cuando inicia la caminata, apenas unos metros detrás del letrero que indica "Bienvenidos al municipio de Tenancingo" en un lado y al anverso "Feliz viaje te desea el municipio de Tenancingo, Tlax".
Apenas unos minutos antes, el grupo de mujeres y hombres se estaciona en una calle lateral casi frente al apenas perceptible Motel Desiree, adelante unos perros ladran curiosos a los extraños que alistan mantas y su dueña se asoma curiosa al fondo del pasillo.
"No las olvidamos", reza la leyenda morada en el fondo blanco de playeras y mantas del contingente que comienza su camino en dirección a Panzacola. Son pocos los autos que transitan, no parecen extrañados de las mantas, las fotografías o por la bocina en la que resuena "Hasta que se haga costumbre" en voz de María San Felipe. ¿Será que piensan en las peregrinaciones que en estas fechas también avanzan hasta la Ciudad de México?
"La intención es que este camino represente en todo momento lo que vivimos en los procesos para llegar a la justicia. Hoy caminamos por ellas, caminamos por mujeres, niñas, niños y hacemos el llamado a ellas, a la ciudadanía a que nos unamos, a que no podemos permitir que continúe la injusticia, pero sobre todo romper el trato con la trata", dice Yeny Charrez Carlos, abogada y activista al grupo de personas que la acompañan, entre quienes se encuentran familiares de víctimas de feminicidio, desaparición, trata de personas, crímenes fabricados.
"Si el Estado olvida, nosotros no les olvidamos", secunda la activista Eréndira Jiménez Montiel, poco antes de emprender junto a las demás la marcha de 22.8 kilómetros hasta la ciudad de Tlaxcala desde este municipio donde a primera vista todo parece cotidiano niños y niñas que caminan de la mano de sus madres a la escuela, cortinillas de negocios que lentamente se abren para atender a sus cliente; así nadie pensaría que el nombre de Tenancingo pudiera estar posicionado a nivel mundial, por el Departamento de Estado en Estados Unidos e incluso en películas y series de televisión que lo asocian con la trata de personas.
Cerca de 40 minutos toma llegar a la entrada a Papalotla, una y otra vez se escucha la voz de María San Felipe que junto al motor de los autos acompaña al silencioso contingente que en su paso por Xicohtzinco, Zacatelco, Tepeyanco y Tlaxcala suma a más personas, más fotos, más voces.
Hacia las 15 horas arriba hacia la Plaza de la Constitución en la capital del estado, atraviesa entre mesas colocadas por el ayuntamiento y sube hasta el escenario que cada viernes alberga música para quienes gustan de bailar danzón. Apenas unas horas antes, la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros y el alcalde Jorge Corichi Fragoso habían inaugurado la pista que se mantuvo cerrada durante la pandemia.
Ahora, los rostros cansados de las activistas y la familiares, enrojecidos por el sol invernal, llenan el escenario y piden que les presenten un micrófono. No hay respuesta. Los danzantes detienen sus pasos y observan atentos a las recién llegadas.
Toma la voz la mamá de Estrella, víctima de trata de personas, quien señala que la caminata tuvo como finalidad demostrar que sí hay víctimas de diversos delitos, para darles voz y valor para denunciar. "Aunque haya personas que digan que la trata de personas no existe en Tlaxcala, sí existe y el caso verdadero es mi hija".
Recuerda que uno de los violentadores de su hija ya recibió una sentencia por 22 años de prisión, pero quedan pendientes más personas. "Exigimos justicia a las autoridades de Tlaxcala, que no mientan que no hay delitos porque hay delitos de trata, de violación, encarcelamientos injustificados y muchos delitos más que todos ustedes ya conocen", recalca.
Mientras que Charrez Carlos asevera que éste es el informe de las víctimas, de las familias que viven un calvario para acceder a la procuración de justicia. "No estamos solas, no las hemos olvidado", sentencia
"Hoy no tenemos ningún mensaje para el gobierno, es un mensaje para el pueblo tlaxcalteca para las conciencias, para nosotros. No podemos esperar a aquellos que solamente buscan acceder al dinero, queremos paz en Tlaxcala, queremos que haya libertad para el pueblo tlaxcalteca; queremos libertad para las mujeres, niñas y niños; queremos libertad porque no merecemos que ninguna niña, que ningún niño sea esclavo de la trata de personas", concluye en medio de aplausos de quienes participaban del momento.
Para concluir, se escuchan los nombres de Tania Acuña, Karla Romero Tezmol, Daniela Muñoz, Esmeralda, María Rebeca, Ceci, Melissa, Ana Laura, Yazmín, Itzel, Donají, Janeth, Melody, Sandra Emma, Fabiola, Citlali, Mariana Lima, Perica, Cristina, Gabriela, Pedro, seguidas todas de un "no te olvidamos".
Empoderamos ciudadanía a través de la información.
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