Museo viviente, la importancia de que las niñas cuenten con mujeres como referente

 

Zurya Escamilla Díaz (Tlaxcala, 11 de febrero de 2021) A través del Museo viviente, las niñas se acercan a nuevos referentes y amplían sus horizontes de posibilidades tanto para su presente como para su futuro.

    Así lo explica Karen Sharon Martínez Velázquez, integrante de Espiral púrpura, encuentro de saberes feministas en Tlaxcala; colectiva que acerca a las pequeñas de la entidad una variedad de talleres y un espacio pensado exclusivamente pensado para ellas.

    La idea, comenta la coordinadora del Museo viviente, surge cuando identifica el interés de sus hijas para conocer a mujeres que se desempeñan en actividades que no suelen ser difundidas como un espacio para ellas.

    "Geovanny me invitó a participar, en esa temporada estaba el auge de Megan Rapinoe (futbolista estadounidense). 

    Hay una imagen padrísima de una chica de su equipo, donde sale una niña que la ve con un enamoramiento tremendo. En el varonil salen niños y varones, pero ya es cotidiano. Sin embargo, la foto captura cómo la niña la mira con admiración.

    Ese mismo día, vi que mis hijas se quedaron atentas a la tele y vi que pasaban un partido de futbol femenil. Se quedaron como estatuas y les pregunté: '¿Qué les pasa?' ellas me dijeron 'mamá es que están jugando futbol, son mujeres, son niñas, es un partido de mujeres'. Eso hizo una conexión en mi cabeza y pensé que se necesita que no sólo las vean en la tele, sino que las tengan cercan", comenta.

    Como muchas otras actividades, la pandemia de COVID-19 ha cambiado la dinámica de este Museo viviente  que hasta el año pasado se acercaba a los municipios y a las escuelas; pero que actualmente se realiza en el espacio virtual y con los cuidados pertinentes para preservar la seguridad de las niñas.

   Para Sharon es muy importante que participen mujeres destacadas en actividades que no están tan difundidas, de preferencia de Tlaxcala y de las comunidades a donde acuden para que las niñas puedan identificarse con mayor facilidad; pues reconoce que si bien existe una violencia estructural que puede suponer dificultades, con esta actividad se ofrece una visión de lo que pueden lograr.

    Sobre el impacto que ha tenido este espacio, refiere "yo creo que no dimensioné la riqueza que se podría tener tanto para mí que nada más observo, porque ellas las entrevistan; es rico para las mujeres que participan, las musas, como para las niñas y quienes observan.

    En las escuelas, las niñas se sientes especiales, consideradas, escuchadas. No están, lamentablemente, acostumbradas a tener un espacio para ellas; pero una vez ahí, sí se apropian", continúa.

    La dinámica transcurre en la presentación de las mujeres referentes entre quienes se encuentran escritoras, artistas, investigadoras, carpinteras, por mencionar algunas; a la que le sigue una entrevista totalmente realizada por las niñas.

    "En mi prejuicio pensé que no les iba a llamar mucho la atención una escritora, pero es grato ver cómo se deshacen en preguntas", abunda la activista. Pero la emoción no se queda ahí, ha podido atestiguar cómo las participantes mantienen en la mente esas referencias y las ponen como ejemplo en sus conversaciones e incluso en las clases. "Escucharlas es observar que sí es una semilla y una posibilidad".

    Con sus hijas y desde su experiencia, indica que sí hay "mucha diferencia por tener y no estos referentes. Se les amplía el panorama de posibilidades. Les preguntan las profesiones en inglés, les preguntan qué quieren ser y ya no son los mismos discursos. Antes decían doctora, bailarina; es padre escuchar que pregunten cómo se dice ingeniera en programación".

    Entre las musas que han concurrido a este museo viviente se encuentran Aurelia Flores (investigadora en el área de género), Karla Muñetón y Marisol Fernández (periodistas), Nadia Fink (escritora argentina, autora de los cuentos antiprincesas), Diana Monster (programadora de videojuegos y ganadora de un premio mundial de Nintendo), Prania Esponda (rapera), e Hilda Cuamatzi (bióloga).

     Recuerda que las niñas de una primaria en Zacatelco se emocionaron cuando supieron que Elizabeth Domínguez, investigadora de la Universidad Autónoma de Tlaxcala (UATx), había estudiado en esa misma escuela y hablaba varios idiomas.

    También se entusiasmaron cuando Rox, quien se dedica a la carpintería, les mostró y dejó tocar las herramientas con las que trabaja. "Es la parte dura de desmitificar que no pueden cargar cosas pesadas o que no pueden realizar ciertas cosas", explica Martínez Velázquez. 

    

    La visita de Miriam Carrilo Barragán, quien es física, museógrafa y divulgadora de la ciencia, causó revuelo al saber que llegó a la NASA y que es originaria de Chiautempan.

    Por otra parte, ellas narran las dificultades que han enfrentado en el camino, como el caso de Pau, quien es sobreviviente de cáncer. Tampoco están exentas de violencia, "algunas cuentan: mi papá me decía 'quítate, tú no puedes, eres una inútil'; pero a pesar de los discursos, pueden reflejarse y ver que sí pueden hacer esas cosas".

    Para próximas ediciones han invitado a Ivanna Richards, una niña competidora de go karts, con el propósito de mostrarles que no tienen que esperar a ser mayores, sino que pueden empezar a hacer lo que desean desde ahora.

    Para el futuro inmediato, a Sharon le gustaría ver que hay niñas más comprometidas y convencidas de que el estudio es una opción y que hay becas para lograr sus sueños.

    "Tengo varias vecinitas que dicen es que 'ya no me gusta la escuela, no quiero estudiar.' A una de ellas le prestamos el libro de niñas rebeldes y eso me partió el corazón porque leyendo las historias aventó uno y dijo 'ay, cómo si eso fuera posible'. Yo dije sí lo es, mira yo te cuento".

    Mientras que a mediano y largo plazo le gustaría ver a más niñas y mujeres involucradas en áreas donde actualmente no lo están, así como que han conquistado esos espacios porque alguien las motivó.

    "Recientemente salió una foto de la gimnasta Alexa Moreno con otra mujer. De niña había ido a una competencia y se tomó foto con una gimnasta que admiraba, ahora ella era la juez de su competencia, gracias a ella había comenzado.

    Es muy bello reconocerte en la otra persona, agradecer a las mujeres que abrieron el camino; sobre todo con las generaciones venideras", concluye.