Sana distancia... de la familia

José Dionicio Vázquez Vázquez (Abril 2020) A nivel mundial, 970 millones de niñas y niños padecieron de salud deficiente, desnutrición, exclusión de la educación, trabajo infantil, matrimonio infantil, embarazos precoces y muertes violentas, en el año 2000. Para el año 2019, tales padecimientos se redujeron a 690 millones en niñas y niños. Es decir, se evitó “robarles la infancia” a 280 millones (Save the Children, 2019).

En México, al año 2018 había 39.2 millones de niñas, niños y adolescentes, de los cuales 63% fueron violentados de entre 1 a 14 años (UNICEF, 2018), obviando las condiciones inadecuadas de desarrollo de niños menores de 5 años, o quienes padecen obesidad o sobrepeso (entre 5 y 11 años), sin alcanzar los aprendizajes esperados (85%) o que viven en situación de pobreza (51%).

Las noticias sobre la muerte o abuso infantil de parte de desconocidos y familiares son descarnadas y anulan las prenociones y las relaciones explicativas que tenemos del fenómeno social. Nos topamos con la aporía indeseada: no hay salida de momento. Lo que impera es la impotencia, rabia, tristeza, dolor y en esa desesperación se buscan culpables inmediatos, muere el discernimiento o la creatividad para hallar paz y comprensión sobre lo que pasa… se desea olvidar.

Desde la psicología se recomienda olvidar episodios dolorosos o considerados negativos, y desde la historia se discute a no olvidar a ésta, para no cometer errores similares en el futuro, realizados en el pasado. En los estudios neurológicos se busca que las enfermedades no atenten contra la memoria y el recuerdo del cerebro; vitales para estar presentes en las imágenes y percepción de los seres queridos. Sin embargo, son los adultos (personas, e instituciones) quienes no recuerdan que procrearon niños y niñas. El verdadero olvido contra la niñez es el desconocimiento del estado de su indefensión: de saber que está ahí, pero ignorarla, y los niños sin desear estarlo en momentos llenos de violencia, sin fuerza y comprensión para responder ante la insania de quienes los violentan.

En este contexto se le ocurre aparecer a un virus para hacer más complejo el panorama de los infantes, en donde la recomendación de los gobiernos es resguardarse en sus hogares, mientras pasa la contingencia. Ni los países dizque desarrollados o con más vejez en la OCDE como España, Alemania, Japón o Dinamarca con su tecnología y atenciones pueden evitar los abusos sexuales y la violencia intrafamiliar en contra de los niños ¿no que Dinamarca era el país más feliz recientemente? ¿será porque los padres se drogan o sufren de patologías no atendidas?

Hay una paradoja o varias, a saber: si la educación y sus infinitos indicadores cuantitativos son una medida del desarrollo de los países y es en las escuelas (al menos en México) donde abusan de los niños vulnerables ¿de qué desarrollo se está hablando? Si la solución, según varios especialistas, para inhibir la violencia en general es obtener mayor y mejor educación, atención escolar, etc., pero ocurren los abusos señalados anteriormente en las escuelas ¿a dónde se van a resguardar los niños? ¿en sus casas? En casa, los niños y niñas de México tienen “asegurada” una violencia de diversos tipos que puede ser el doble en condiciones de contingencia, pues 4.5 millones son abusados sexualmente cada año (Gómez, 2020).

No. En estos momentos de contingencia sanitaria los niños y niñas en condiciones de vulnerabilidad—valga el pleonasmo—, no deberían estar en sus hogares, pues los principales agresores sexuales son personas cercanas (80%) (García, et al., 2015); ni en las escuelas, ni en las iglesias, sino en refugios especiales donde no tengan miedo a que les causen algún daño, para que sean atendidos de forma integral y considerando también una reeducación de los padres y madres que han sido dañados y no atendidos de alguna forma. Los niños y niñas vulnerables deben tomar distancia de sus familiares o personas conocidas en tiempos de virus. De momento la aporía parafraseada de Shakespeare cobra sentido: ¡Hacer o no hacer, es la cuestión!

Referencias

Gómez Vinales, Carolina (2020) “La violencia intrafamiliar en los tiempos del COVID-19”, Excélsior, 28 de marzo, México, Disponible en:  https://www.excelsior.com.mx/opinion/carolina-gomez-vinales/la-violencia-intrafamiliar-en-los-tiempos-del-covid-19/1372635.

García Velázquez Janeth, Macarena del Carmen López Huerta, María Fernanda Ramírez Navarro (2015) Abuso sexual infantil en México: Análisis jurídico-Social de las Causas Consecuencias y Prevención, Universidad de Guadalajara, Centro Universitario de Los Lagos, México

Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (2018) México Informe anual, Disponible en: 2018https://www.unicef.org/mexico/informes/informe-anual-unicef-m%C3%A9xico-2018.

Save the Children (2019) Informe mundial sobre la infancia 2019, disponible en: https://www.savethechildren.es/publicaciones/informe-mundial-sobre-la-infancia