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lunes, 23 de septiembre de 2019

Hugo Romano: Tlaxcala, punta de lanza en apiterapia


Revista 4. Descarga aquí

Por: Zurya Escamilla Díaz (septiembre, 2019) En 2018, la Sociedad Geográfica Real de Londres declaró a las abejas como el animal más importante del planeta debido a la cantidad de especies de plantas y animales dependen de su labor. Esto lo sabe bien Hugo Romano Galicia, quien desde hace cinco años se dedica a la apiterapia (terapia alternativa con abejas) y a hacer conciencia tanto sobre la relevancia de esta especie como de la necesidad de preservarla.
Cuando en 1998 tuvo un primer acercamiento a las abejas en Veracruz, Hugo nunca pensó que la apicultura y apiterapia se convertirían no sólo en su medio de vida, sino en una pasión que ahora le permite posicionar a Tlaxcala a nivel internacional.
A pesar de los prejuicios sobre las terapias alternativas, no cede en su afán de atender una amplia variedad de padecimientos tanto con las abejas como con sus derivados. Además, busca compartir este conocimiento con otros apicultores, biólogos y estudiantes de materias afines; con el propósito de presentar una alternativa de ingreso, dado el escaso apoyo institucional.
Precisamente, una falta de interés por parte de la (ahora) Secretaría de Desarrollo Agrario (Sader) y de la Secretaría de Fomento Agropecuario (Sefoa); le ha impedido impulsar una ruta de la miel en Tlaxcala y promover la exportación de este producto y sus derivados.
Sentados en una banca de la Plaza de la Constitución, acompañados de su esposa e hijos, Romano Galicia nos comparte que la decisión de dedicarse a la apiterapia “se toma tras el análisis de costo-producción de la colmena, pues lo que invierto es lo que recibo y no hay ninguna ganancia. Entonces surge como una necesidad el que me dedique a la apiterapia para utilizar la abeja y obtener un ingreso mientras llega el periodo de cosecha que es en octubre y noviembre aquí en Tlaxcala.”

¿Cómo recibe la gente este tipo de terapias?
-Realmente estamos en vías de desarrollo en todos los términos. En México, todavía no se le da el valor y la importancia. Una vez que escuchan terapia alternativa, nos tachan de yerberos, brujos, chamanes y demás; cuando no saben que ya hay una investigación validada y que tiene una base científica. Al no tener el conocimiento, nos minimizan. Tenemos algunos contratiempos con algunas instancias que lejos de ayudarnos, nos siguen poniendo esos obstáculos y limita mucho este tipo de conocimiento de la ciudadanía.
¿Qué tipo de padecimientos se pueden tratar a partir de la apiterapia?
-Trabajo actualmente con un compañero de Ecuador, venimos de una gira en mayo, donde él me compartió sus conocimientos y ha tratado a pacientes con VIH, los ha sacado adelante con el puro veneno de la abeja, sin ningún medicamento de patente. Imagínate, dicen por ahí, si cura el VIH, ¿qué es lo que te puede curar?

¿Cómo funciona?
-La apiterapia tiene muchas propiedades por las sustancias activas que tiene el veneno de abeja; 46 son los principales y los que aportan beneficio al organismo; por lo que es posible tratar diferentes padecimientos.
“Te puede llegar un paciente con artritis reumatoide y lo puedes tratar; pero lo que muy pocos saben es que indirectamente interviene en otros malestares que uno no conoce y que vienen de manera silenciosa.
“Tengo el caso particular de un compañero, ex alumno, de Córdova Veracruz que atiende a una persona con artritis y le resolvió el problema en una muela en la que tenía infección. Imagínate. Yo le llamo que es un tratamiento de amplio espectro, como dicen los médicos. Apiterapia llega a ese punto.

Antes de iniciar la entrevista, Hugo Romano comenta que, para las instituciones, esto es cuestión de números y de hacer rendir los insumos; pero él sabe que de nada sirve mejorar el proceso si se afecta el medio ambiente con agroquímicos que vulneran esta actividad.
Por ello, ha trabajado en inculcar la apiterapia como una alternativa para aprovechar la abeja durante los 10 meses en los que no hay producción y también todos sus derivados: polen, jalea real, propóleos, pinturas.
“Ahora yo estoy haciendo una investigación en coordinación con una compañera de Suiza, a quien conozco sólo virtualmente, sobre el aire terapéutico de la colmena. Por lo que me atrevo a decir que, aquí en el estado, soy pionero.
Hay compañeros que si no ven una abeja no lo consideran apiterapia. Yo digo que es un conocimiento cerrado porque no saben que aplicar adecuadamente el aire de la colmena y los subderivados también sirve. Entonces, si tú no utilizas abeja no eres apiterapeuta, lo cual es equívoco porque apiterapia es utilizar todo.”
Por eso reconoce el trabajo de su compañero de Ecuador, quien emplea la abeja muerta y la suministra en forma de té; así como de otros investigadores en Suiza y Cuba, quienes trabajan en la vastedad del tema y muestran que no sólo se trata de poner un piquete de abeja para sanar. Por ello, requiere capacitación en términos médicos, psicológicos y emocionales que afectan al paciente. 

¿Cómo están las condiciones en Tlaxcala para desarrollar este tipo de actividades?
-Es una alternativa y recorriendo en campo, me he dado cuenta que hay quiroprácticos y herbolarios, si tú complementas una actividad con la otra, viene de maravilla. No es lo mismo que tengas una especialidad y vas a atender exclusivamente a un solo paciente en lo que tú te especializaste.
“Apiterapia, por ahí se dice, que es la madre de las terapias. Yo me atrevo a decir que es una muy buena herramienta, noble y generosa, que nos puede ayudar a tratar muchos padecimientos a muy bajo costo… Hay que seguir estudiando para poder atender casos severos.
Nos comenta que desde hace dos años trabaja en un proyecto con la Universidad Autónoma de Tlaxcala, “cuando vino la doctora Elena de Cuba, trajo el tema de apiterapia cubana; pero no se quedó en el tema de ver abejas, no vimos ni una sola porque la doctora trae un concepto integral, en el que no puedes tratar a un paciente si tu bienestar emocional y el del medio ambiente no está acorde contigo.
Como ex alumno de biología, le propuse a una maestra y le interesó. Ella me ayudó a que nos facilitaran las instalaciones y se llevara a cabo el curso internacional. Al director de encantó el proyecto y yo le propuse una serie de cursos, diplomados, talleres.
Soy representante de un grupo de terapeutas y tenemos abierta la puerta en agrobiología porque ahora tenemos la licenciatura en naturopatía y eso a nosotros nos da un plus, porque ya no nos ven como los yerberitos; ven que es algo pedagógico que se puede dar de manera escolarizada y, sobre todo, que ya terminan con un título de naturópatas que es muy importante.
Se me propuso dar la clase de apiterapia; para mí son pasos agigantados porque ya nos van a ver como algo serio e importante.”
  
¿Por qué es importante la labor que usted realiza?
-En principio porque la base medular es la abeja, sin ellas no hay polinización, ni estabilidad y sustentabilidad de los ecosistemas. A nivel mundial la abeja está desapareciendo por la intervención humana por buenas y malas prácticas agrícolas. A veces se dice que las peores acciones se hacen con las mejores intenciones.
“Respeto el trabajo de los compañeros agrónomos y agricultores quienes deciden sembrar su maíz híbrido con agroquímicos porque están influenciados por dependencias y otros compañeros. A ellos les importa saber cuánto inviertes y cuánto ganas, lo que no saben es el daño colateral que nos están ocasionando a los apicultores.
“Desde 2010 conozco la apiterapia, pero no la desarrollaba como tal porque yo estaba casado con la idea de que las innovaciones tecnológicas para el apicultor son el boom, cuando la realidad es otra: primero debe trabajarse con el medio ambiente para hacer todas las innovaciones tecnológicas.
“Una de las opciones son los cultivos inducidos: pongo mi abeja, siembro canola y girasol, solo así podría ser sostenible la apicultura; de menos, en estos momentos está en puntos rojos y críticos.
Para él, la apiterapia ha sido toda una vida de convicción; en la que ha trabajado con buena intención y muchas ganas. “En 1998 bajé por primera vez con un grupo de apicultores a Veracruz. Había un calor infernal, había que ponerse el overol y taparse bien porque estaba en su apogeo la abeja africana. Me dieron una picotiza que yo dije ‘jamás en la vida me vuelvo a meter’ y de eso vivo.”

¿Cómo ha cambiado su vida personal y profesional desde que inició con este trabajo?
-Cuando uno es joven proyecta su vida y lo hace con la mejor intención de decir “yo voy a ser arquitecto, voy a tener construcciones grandes o voy a ser odontólogo, voy a tener el mejor consultorio”; y te enfrentas con una realidad muy fuerte, muy dura que nos hace poner los pies en la tierra. 
“Para mí, la apicultura ha sido la base del sustento familiar, profesional y en la investigación. Me da mucha satisfacción decir que soy orgullosamente tlaxcalteca y tradicionalista. Somos, disculpa el egocentrismo, punta de lanza en la apiterapia; sobre todo por los enlaces que tenemos.
“Hay muchos proyectos a futuro que tal vez sea mucha presunción, pero espero poder compartir mis conocimientos sobre el aire terapéutico de las abejas con el equipo de la compañera de Suiza.

¿Cuál es su mensaje para las instituciones?
-Hablar de instituciones es hablar de dependencias que en algún momento ponen sus ojos en los productores, pero cuyo mundo es cuadrado. A ellos les importa dar un peso y que lo hagas rentable para ganar cincuenta centavos. Para ellos, hacer negocio significa un buen trabajo.
“Hace dos años hicimos un proyecto para apicultores en el que les propusimos un corredor artesanal de miel, como el corredor del Tequila. La ruta de miel que comprendería desde Calpulalpan hasta Ixtenco o Zitlaltepec, pero se quedó en un papel.
“También se hizo un proyecto para cambiar el material de campo de acuerdo a las normas y logramos poner producto en exportación. No como ahora la ven que, si no es un contenedor y barriles de miel no es exportable. En Tlaxcala eso cambió, ahora es artesanal. Ellos no nos piden volumen, sino calidad y con orgullo te digo se fueron tres muestras de miel, todas pasaron las pruebas de laboratorio que les hicieron en McAllen Texas, en Estados Unidos. 
“Eso nos dio un aliciente para continuar con el proceso de mejora: se hizo el proyecto, se pidieron dos salas de extracción, material apícola, material biológico y algunos otros insumos apícolas. Con tristeza nos dieron lo que quisieron, lo que sobró porque para ellos es más importante priorizar la cadena de vacas, de maíz.
“A nivel mundial, desafortunadamente, no dan importancia a las abejas, es el último que lo voltean a ver. Entonces no nos dieron el apoyo; para acabarla, una compañera lo trabajó a su favor y a ella se lo dieron, pero a los compañeros no les tocó nada.
“Por una parte, me da gusto porque ella se tuvo que conformar con lo poquito que le dieron; pero nuestro proyecto es ambicioso y sigo trabajando duro para que se logre ese corredor de miel artesanal, se pongan nuestros productos y vean el proceso de producción con la mejor forma de trabajo.
“No desisto, ya llevo cuatro años que no le trabajo a ninguna dependencia y el compañero de Ecuador viene con las mejores intenciones de comprarnos miel en dólares. El mexicano está casado con la idea de que exportar es a Estados Unidos y si no se quitan esa venda, nunca vamos a avanzar. Con él ya lo negociamos, él me dijo ‘yo te pago en dólares, dame la mejor miel que tengas’. Cuesta mucho trabajarlo de manera independiente, cuando en una dependencia te dan vehículo y viáticos la vida es más fácil, pero nosotros trabajamos con buenos objetivos.
“En octubre y noviembre tenemos el tercer curso internacional de apiterapia y la segunda gira en varios estados. El plus es que estoy solicitando propóleo a los compañeros y voy a hacer la caracterización de éstos a nivel nacional, con recurso propio, autogenerado.

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