Zurya Escamilla Díaz (Tlaxcala, Tlax., 12 de marzo de 2019) Los gobiernos de las capitales de Puebla y Tlaxcala sostuvieron una reunión con el Grupo Especializado de Trabajo de Saneamiento de los Ríos Zahuapan-Atoyac (GESRZAT), a fin de abonar a esta causa que afecta a 69 municipios en ambas entidades.
Con el Ex convento de San Francisco como sede, Anabell Ávalos Zempoalteca, alcaldesa de Tlaxcala, refrendó su compromiso para actuar desde el ámbito de su competencia para atender esta problemática que afecta a 11.5 millones de habitantes que viven en la ribera y que, para 2030, podrían alcanzar los 13 millones.
A propósito, el gobierno que encabeza Claudia Rivera Vivanco en la capital poblana presentó una carta de intención con siete compromisos que comprenden: considerar los espacios naturales, agrícolas y forestales en la generación de políticas sociales y económicas; colocar proyectos de los espacios naturales metropolitanos en el centro de toda política pública; y adoptar una política global y diferenciada del sistema verde en cada área metropolitana para la protección y explotación de recursos naturales.
También, construir una agenda metropolitana que involucre a todos los actores políticos y sociales; integrar a la sociedad civil con las comunidades para el cuidado de los espacios naturales; iniciar con los trabajos de saneamiento en la cuenca e impulsar campañas de educación ambiental; por último, realizar foros informativos anuales para la evaluación de los procesos realizados en espacios naturales.
A nombre del ayuntamiento de Tlaxcala, Francisco Muñoz refirió que este afluente abarca el 58 por ciento del territorio tlaxcalteca; por lo que se hace preciso reflexionar en torno a las afectaciones que su contaminación tiene en la salud de las personas, ya sea por el contacto directo con el agua o por el consumo de productos agrícolas que son regados con ella.
Abundó que es preciso homologar la legislación ambiental a lo largo de la cuenca para diseñar acciones efectivas de saneamiento.
Asimismo, mencionó que el 16 por ciento de los contaminantes de este afluente corresponden a Tlaxcala y el 84 por ciento a Puebla, debido a las zonas industriales y asentamientos urbanos que vierten sus derechos en el río.
En su intervención, Aníbal George Haro, presidente del GESRZAT y director del Instituto Tecnológico Superior de Tlaxco (ITST), dio a conocer que este grupo abarca cuatro vertientes: la agrícola, pecuaria y acuícola; la academia y sociedad; la cultura del agua y educación ambiental; y el público urbano.
Señaló que hay diversos elementos involucrados en la contaminación de los afluentes, entre ellas comentó: la pérdida de la calidad y cantidad de agua; crecimiento urbano anárquico; degradación forestal, pérdida de suelo y biodiversidad; manejo de residuos sólidos y deterioro del bienestar público.
De igual forma, monitoreo e investigación ambientla; legislación, participación y cultura ambiental insuficiente e inaplicable.
Finalmente, la consultora en gobernanza ambiental, Sandra Denisse Herrera Flores, señaló que cada persona debe trabajar sobre la forma en que se relaciona con el río para volverlo parte de su vida; por esta razón, es necesario trabajar desde casa para transformar las condiciones en que se encuentra.
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