Zurya Escamilla Díaz (Tlaxcala, 3 de mayo de 2022) Los Centros de Reinserción Social en el estado tuvieron una calificación promedio de 7.58 puntos (de 10) en el Diagnóstico Nacional de la Situación Penitenciaria 2021; que destaca la insuficiencia de vías para la remisión de quejas de probables violaciones a derechos humanos.
La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) dio a conocer los resultados de la supervisión que realizó en 250 de 287 centros que existen el país. Derivado de éste, Tlaxcala se ubicó en el tercer lugar con mejor calificación respecto al resto de las entidades, solo detrás de Chihuahua con 7.77 puntos y Querétaro con 7.68.
Además, los CERESOS del estado tuvieron la mejor calificación del Grupo A, en el que se clasifican los centros con entre una y dos mil personas privadas de la libertad. En este sentido, Tlaxcala es el estado con menor población penitenciaria al sumar 979 personas; mientras que Baja California Sur tiene mil 188; Campeche, mil 183; Yucatán, mil 376; y Colima, mil 272.
De los tres centros penitenciarios en la entidad, el Centro Femenil de Reinserción Social obtuvo la mejor calificación con 7.84 puntos; seguido del Centro de Reinserción Social de Tlaxcala con 7.47 puntos; y el CERESO de Apizaco obtuvo 7.44 puntos.
El diagnóstico destaca que hay una tendencia a la baja de manera general en garantizar la integridad de las personas privadas de la libertad; una estancia digna; la reinserción social; y en atender a personas privadas de la libertad con necesidades específicas. Mientras que la gobernabilidad tuvo un comportamiento favorable.
La CNDH reportó que uno de los centros cuenta con acreditación ante la Asociación de Correccionales de América (ACA) que tiene como objetivo la dignificación y mejora de vida de las personas privadas de su libertad; ninguno cuenta con suficiencia personal.
También dio a conocer que en uno de los centros se registró un suicidio, pero no hubo homicidios, riñas, motines, fugas, huelgas de hambre, tortura o maltrato, ni abusos; además de que se reportaron 12 quejas o peticiones administrativas; y siete quejas ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH)
En los tres casos, alertan sobre la insuficiencia de vías para la remisión de quejas por probables violaciones de derechos humanos y deficientes condiciones materiales e higiene en instalaciones.
Los aspectos positivos que destacó la Comisión fue la relación de personas privadas de la libertad respecto a la capacidad; prevención de violaciones a derechos humanos; supervisión; alimentación; condiciones materiales e higiene en área médica y áreas deportivas; ausencia de autogobierno o cogobierno; capacitación del personal; inexistencia de extorsiones; normatividad; personal de seguridad y custodia; y procedimiento para sanciones disciplinarias.
También, actividades laborales y de capacitación; integración del expediente técnico-jurídico y de un Comité Técnico; organización y registros para el cumplimiento del plan de actividades.
En el Cereso de Apizaco que cuenta con una capacidad para 482 personas, hay 472 presos; en este caso, la CNDH alerta sobre la posibilidad de hacinamiento; deficiencia para atención a personas con discapacidad, de la comunidad LGBTTTI y quienes viven con VIH/SIDA; insuficiencia o inexistencia de actividades deportivas y educativas. En tanto que como algo apropiado, destacaron que no hay presencia de actividades ilícitas,
Por lo que respecta al CERESO de Tlaxcala, hay 385 personas recluidas de una capacidad de 504; donde -además- se encontró presencia de actividades ilícitas, deficiente separación entre procesados y sentenciados; inadecuada clasificación de la población; insuficiencia o inexistencia de actividades educativas. Mientras que en los aspectos positivos, se destacó la atención a personas LGBTTTI.
En tanto que en el CERESO Femenil, con capacidad para 73 mujeres, hay 85. Aquí la CNDH alertó sobre hacinamiento, sobrepoblación; inexistencia o deficientes condiciones materiales de higiene en cocina y/o comedor; insuficiencia de actividades deportivas. Por lo que respecta a los aspectos positivos destacó la inexistencia de actividades ilícitas; y la atención a personas que viven con VIH/SIDA. En este espacio únicamente se reportó la presencia de una mujer con una hija o hijo.
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