Trabajo doméstico y el confinamiento - Expediente Político.Mx

Reciente

Suscríbete

Post Top Ad

Responsive Ads Here

martes, 2 de junio de 2020

Trabajo doméstico y el confinamiento


Por Geovanny Pérez López

(Mayo 2020) El trabajo doméstico es una tarea que implica esfuerzo y dedicación de muchas horas durante todo el año dentro de los hogares. Las labores son gratuitas y están asimétricamente
distribuidas, mayoritariamente hacia las mujeres y niñas. Por ello, es necesario su reconocimiento, valoración y remuneración; pues en tiempos de confinamiento llegan a triplicarse.
Esto hace urgente el pensar en la corresponsabilidad doméstica, en los derechos humanos de las mujeres y las niñas, políticas públicas respecto de los cuidados y trabajos domésticos; así como en la asignación de un lugar en las cuentas nacionales y en las leyes para los trabajos domésticos.
A las mujeres -social y culturalmente- se les ha asignado el ser educadoras y cuidadoras de las personas menores de edad en los hogares y/o adultos/as mayores, personas con discapacidades; es decir, cubren las necesidades de otros y de otras. Incluso se asume el rol de enfermeras en beneficio de quienes tienen algún padecimiento y ahora de quienes tienen síntomas relacionados con el Covid-19.
También asumen el rol de maestras, ya que deben cumplir con las tareas y/o seguimiento de actividades escolares de sus hijos e hijas, ya sea de manera virtual o por algún medio de comunicación (en caso de contar con alguno de ellos). Muchas veces con la preocupación de no poder apoyar a sus hijos/hijas con las tareas, no sólo por las múltiples actividades del trabajo doméstico y los cuidados; sino también por la falta de herramientas educativas o conocimiento de los procesos de enseñanza-aprendizaje que comúnmente utiliza el personal docente.
Lo hacen, conteniendo sus propias emociones y las angustias o episodios de crisis de sus familias, con la responsabilidad de ser jefas de familia; o bien, realizan todas las tareas mencionadas en situaciones de riesgo o peligro por las diversas violencias que padecen en su entorno familiar.
Por lo que hablar del trabajo doméstico no remunerado en tiempos de confinamiento, permite explicar una serie de desigualdades que, a lo largo de la historia, las mujeres han padecido, imposibilitándoles el acceso al mercado laboral, a salarios, puestos de trabajo calificados o lugares jerárquicos en el ámbito público.
Esta situación genera brechas de desigualdad en el trabajo productivo, entendido -conforme a la definición de la CEPAL- como las actividades humanas que producen bienes o servicios, que tienen un valor de cambio y que generan ingresos.
Sin embargo, se ha asumido que les corresponde a las mujeres y niñas el trabajo reproductivo, entendido como el conjunto de tareas necesarias para garantizar el cuidado, bienestar y supervivencia de las personas; es decir, como si las vidas y cuidados de quienes conforman las diversas familias, sólo dependieran de las mujeres y, en tiempos de confinamiento, con mayor peso y en mayor riesgo.
Entonces, ¿de quién depende la vida y el cuidado de las mujeres? ¿Qué pasaría si las mujeres no asumieran el trabajo reproductivo? ¿Cuál sería el impacto en la economía? ¿Qué están haciendo los hombres en tiempos de confinamiento? ¿Cuántas horas de esfuerzo al trabajo doméstico invierte cada integrante de las familias? ¿Cuál es el papel que juega el Estado en cuanto a los trabajos domésticos en tiempos de confinamiento?
Vale la pena recordar en este momento que el trabajo reproductivo es la piedra angular de las sociedades porque posibilita nuestra existencia y el bienestar de las personas y de la misma sociedad, por lo que debe garantizarlo el Estado y resolverlo la colectividad.
El trabajo doméstico que las mujeres y niñas realizan es una contribución a la economía del país, de la que no se habla, ni se reconoce, ni se valora o se remunera, pero que sí vulnera los
derechos humanos de las mujeres.
Tengamos claro que el trabajo doméstico y de cuidados no es algo que las mujeres y las niñas están destinadas a realizar debido a su pertenencia a un sexo o género, sino que responde a patrones económicos y culturales específicos; es decir, a formas de organización de la sociedad que, como toda construcción social, podrían ser diferentes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Post Bottom Ad

Responsive Ads Here