Zurya Escamilla Díaz (Tlaxcala, Tlax., 30 de septiembre de 2019) La senadora Ana Lilia Rivera Rivera (Morena) aseguró que con la Ley de Fomento y Protección al Maíz Nativo lograrán contrarrestar los intereses de las grandes empresas transnacionales que controlan la industria alimentaria y así garantizar la soberanía alimentaria del país.
Cabe señalar que el pasado 24 de septiembre, el Sanado avaló esta iniciativa que fue turnada a la Cámara de Diputados para su dictaminación y aprobación.
Como parte de este proyecto, mencionó, también declararon el 29 de septiembre como Día Nacional del Maíz para honrar esta semilla con cerca de 10 mil años de evolución y que ha convivido con 350 generaciones humanas.
Lamentó que luego de haber sido uno de los principales productores de maíz a nivel mundial, haya desmantelado su industria nacional para importar millones de toneladas de maíz híbrido y transgénico.
Resaltó que este proceso es producto de una mezcla entre el poder económico y poder político que propiciaron la corrupción para permitir el avance de sus intereses.
"México le regaló el maíz al mundo y no le cobra ni un peso en impuestos. En cambio, Monsanto, Bayern y Pioneer, crearon unos paquetes tecnológicos que, pregúntenle a los campesinos, cuánto les cuesta un kilo de semilla híbrida. Nosotros les regalamos la más grande creación del mundo y ellos regresaron a vendérnosla carísima", resaltó.
Agregó la protección de esta semilla nativa no sólo tiene que ver con la economía, sino con la identidad cultural como derecho humano; es decir, el derecho a reconocer costumbres y prácticas milenarias.
Durante el Foro efectuado en el Congreso del Estado, la senadora morenista indicó que esta iniciativa también reconoce al maíz como elemento fundamental para lograr la soberanía alimentaria, garantizada en el artículo 4to Constitucional.
En este sentido, recalcó que el Estado tiene la obligación de tomar las medidas necesarias para que la población tenga una alimentación de calidad para evitar enfermedades crónicas.
Rivera Rivera señaló que esta ley no impide la creación de biotecnología, pero sí busca que sea generada por investigaciones nacionales y que sea gratuita. Tampoco, dijo, está prohibida la producción de transgénicos, siempre que éstos no sean nocivos para la salud.
Estos trabajos, comentó, van acompañados de un Consejo Nacional del Maíz en el que se involucre a los productores, académicos y organizaciones en las políticas públicas y formulación de programas.
Finalmente, se pronunció el contra del acuerdo Unpov 91 con el que se pretende registrar la propiedad intelectual de vida natural producida en las naciones.
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