Por:
Zurya Escamilla
Agosto
de 2019
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Vincular, abrir
diálogo, reflexionar y que la gente se lleve una buena experiencia del cine
documental has sido los principales objetivos de Central Doc desde 2016 y, por
su puesto, de quien lo encabeza.
Con
cuatro ediciones, la Muestra Internacional de Cine Documental se posiciona como
un espacio que cada año reúne más aliados, con el propósito de acercar a
público de todas las edades a temáticas reales que a menudo pasan
desapercibidas.
Desde
su inicio, la Muestra tuvo una gran aceptación. De esperar un máximo de cinco
proyectos para su exhibición, sus organizadores terminaron por recibir
alrededor de 300, en su mayoría internacionales.
Pero
no sólo eso, Ariadna Chávez -directora ejecutiva de Central Doc- está
convencida de que la formación, de públicos en un primer momento, puede ser una
gran oportunidad para Tlaxcala como referente en la materia, en lo turístico y
también para los tlaxcaltecas interesados en crear cine en cualquiera de sus
formas.
Como
todo proyecto independiente, los retos no son los menos; sin embargo, la
confianza del público ha fortalecido esta muestra que ambiciona tornarse un
festival en esta tierra aún describe como virgen respecto al tema.
El
acercamiento Ariadna al cine documental se dio de manera circunstancial, sus
estudios en comunicación y su experiencia temas audiovisuales la condujeron a
este camino que le ha permitido crear al menos dos documentales y poner tanto a
Central Doc como a la Muestra Internacional de Cine Documental en escena.
En
entrevista con Expediente Político.Mx, Ariadna nos comenta que “Central
Doc es un espacio independiente que surge aquí en Tlaxcala en 2016 con el
compromiso de realizar actividades de exhibición de cine documental. Si bien
ésa es nuestra prioridad, también estamos interesados en abrir espacios de
formación, colaborativos con otras instituciones, porque creemos que hace falta
en Tlaxcala hablar más de cine, hacer más cine, hace falta que nos vinculemos.
¿Cómo
surge este proyecto de Central Doc y de promover el cine documental en
Tlaxcala?
-Yo
estudié ciencias de la comunicación. Soy comunicóloga y bueno, me dediqué algún
tiempo a cuestiones audiovisuales. Sin embargo, creo que el cine siempre estuvo
presente. Desde 2010 estoy trabajando actividades de cine de manera más
esporádica. Hice una maestría en cine documental en 2014 y a partir de entonces
regreso a Tlaxcala con la intención de hacer algo.
La idea fue empezar con una pequeña muestra,
en realidad, iniciamos con una intención muy pequeña, de hacer una muestra
local con algunos documentales de algunos amigos, pero tratamos de darle una
pequeña formalidad, sacamos una convocatoria y de pronto todo se desbordó;
tuvimos más documentales de los que esperábamos, fueron en su mayoría,
internacionales
Entonces,
decidimos empezar este proyecto anual y ya vamos por la cuarta edición de la
muestra. Estamos muy contentos, ha sido un proceso intenso, si bien vamos
solos, de la mano con algunos amigos que colaboran con algunos pequeños
patrocinios y algunas instituciones; pero en su mayoría es una iniciativa
independiente. Eso implica mayores retos, sortear mayores cuestiones, pero
estamos satisfechos con lo que hemos logrado.
Sobre
el avance, manifiesta que “ha sido muy interesante y muy grato. Los
realizadores nos dan la confianza de poder exhibir sus producciones, al final
es un trabajo que realizan por mucho tiempo y que nos abran la posibilidad de
exhibirlas en Tlaxcala es muy importante, sino tuviéramos esos documentales
sería imposible hacer esta actividad.”
Cada
año, el número de sedes aumenta. Hace un año fueron 18 y para la cuarta edición
han logrado sumar a Cinetix y la Universidad Autónoma de Tlaxcala (UATx);
espacios importantes para, por un lado, brindar la experiencia completa de ir
al cine y, por otro, para acercar la muestra al público estudiantil.
“Eso
es en cuestión de sedes que se van sumando, pero también las temáticas han ido
cambiando. Cada año tenemos diferentes temas que abordan muestra. El primer año
fue “organización, resistencia y cambio social”, el segundo año, las maravillas
del agua; el año pasado fue “resiliencia: historias de resistencia en tiempos
de adversidad” y este año vamos con “cultura, identidad y resistencia a 500
años”.”
Las
producciones son cuidadosamente seleccionadas por un comité experto en el tema,
a fin de garantizar su calidad y lograr que el público se lleve una experiencia
grata. “Lo que nosotros queremos es romper el estigma de que el cine documental
es aburrido o es complejo de entender y mostrar que el cine documental también
tiene otras formas de narrar, tiene muchísimas historias adentro que, si bien
hay historias muy fuertes con temáticas sociales muy marcadas, también hay
documentales muy ligeros que nos permiten entender otros contextos.”
De
ahí que la formación de públicos sea una de sus tareas constantes. Por ello,
Central Doc realiza otras muestras a lo largo del año e invita a realizadores
que permiten ir más allá del trabajo final que se ve en la pantalla. Además,
logran vínculos con algunas organizaciones, instituciones y empresas para
atraer nuevos públicos y presentar temáticas diferentes.
“Al
inicio de este año tuvimos una muestra del Centro de Capacitación
Cinematográfica (CCC), presentamos una selección de su muestra. Tuvimos la
presencia de Alberto Arnaud con su documental “Hasta los dientes”. Tratamos de
hacer actividades que nos permitan vincularnos con los realizadores, con las
instituciones que hacen cine para que la gente vea más allá de la película,
tenga la oportunidad de platicar con el realizador, entienda las motivaciones
que llevaron a hacer esa producción y vea el cine desde esa perspectiva”, explica Ariadna.
“En
la muestra, además de la exhibición tenemos otras actividades. Hemos traído a
grandes realizadores como a Jacaranda Correa, Lucina Kaplan, Carlos Mendoza.
Hemos dado espacio a realizadores locales porque también sabemos que se hace
cine en Tlaxcala, pero no están los espacios para verlo y tratamos de abrir
estos espacios para realizadores locales y conectarnos también con el tema de
la reflexión en torno al cine.
El
año pasado tuvimos dos mesas, una con dos chicas Lili Villaseñor y Yuli
Rodríguez, sonidista y productora, quienes hablaron sobre el papel de las
mujeres en el cine. Tuvimos también la participación del Colectivo Trans de
Tlaxcala con una película que se llama Claudia tocada por la luna; lo que nos
permite platicar más allá de la misma película en un contexto más local.”
A
propósito del público, ¿cómo recibe este tipo de muestras?
-Creo
que bien. Ha sido un trabajo constante porque a veces es complicado que la
gente vaya a cosas diferentes, pero es un gusto saber que también hay personas
que nos están siguiendo y que ya esperen la muestra para nosotros es muy grato.
Por eso, la idea es seguir avanzando, que cada año, las actividades de la
muestra y de Central Doc, en general, tengan la calidad que el público merece y
que se vuelvan también un referente en cuestión de cine en Tlaxcala.
Como
decíamos en un inicio, los retos no son menores. No obstante, Ariadna y Central
Doc han logrado sortear lo económico y lograr que la muestra avance, sume
nuevas alianzas tanto locales como nacionales e incluso internacionales; por lo
que su trabajo ha llegado a países como Guatemala donde la Asociación
Guatemalteca del Audiovisual y la Cinematografía (AGACine) exhibió cinco
películas al inicio de este año.
¿Cómo
te visualizas en un futuro? ¿Qué te gustaría lograr en lo personal, con el
proyecto?
-En
realidad, nuestro proyecto busca evolucionar y dar un paso a festival. Si bien
sabemos que existen muchos festivales a nivel nacional, formamos parte de la
Red Mexicana de Festivales Cinematográficos, es un logro de este año. Creemos
pertinente hacer uno en Tlaxcala, un festival de cine documental.”
Creo que Tlaxcala está geográficamente bien
ubicado, es muy lindo arquitectónicamente hablando, y creo que el cine no debe
visualizarse de manera aislada, los festivales también generan un impacto
económico, turístico en las regiones donde se realizan y creo que no han visto
el potencial que puede haber en un evento de esta magnitud.
Socialmente
hablando, le gustaría convertirse en un referente para Tlaxcala tanto en
exhibición como de formación, pues considera que hace falta gente con perfil
profesional en temas de cine.
En
este sentido, comenta que el abaratamiento de la tecnología acerca la todos la
posibilidad de crear; “pero no nada más por tener la cámara uno es fotógrafo
o es cineasta, nos hace falta tener también la parte formativa y creo que eso
podría fortalecer el talento que hay en muchos jóvenes de Tlaxcala, falta
encausarles y darles una pulidita.
Hemos
hecho algunos talleres que tienen que ver con cine, pero quisiéramos mejorar
esa parte. Entonces la meta es ésa: que pueda ser reconocida como un espacio
formativo y de exhibición de cine en general.”
¿Por
qué es importante el trabajo que realizas?
-Creo
que es importante porque el cine documental te permite visibilizar algunas
situaciones que puedan estar ocurriendo en tu entorno, peor que a veces no queremos
ver. Desafortunadamente existen muchas problemáticas: cuestiones ambientales,
políticas, sociales que nos atañen y no lo vemos así.
Agrega que la mayor parte de las personas
busca asilarse de los problemas, pero el cine documental -aún con la visión de
un productor- permite mirar a personas reales que enfrentan problemas similares
a los que todos vivimos; lo que motiva el debate y sembrar una semilla de
cambio.
“Creemos que es cuestión del gobierno o que
los ecologistas deben hacerse cargo. Tú crees que, aislándote de los problemas,
se van a solucionar solos y creo que no, creo que nos hace falta participación
como sociedad en muchos temas y el cine, precisamente, lo que hace es eso. El
cine documental, a diferencia de la ficción donde hay actores que representan
una historia que poder ser real o no, es un fragmento de la realidad. Sí con la
visión de un productor, sí con una línea que él cree que es la pertinente; pero
esa gente vive esas situaciones experimentan esos problemas y, de pronto, al
verlos ahí dices “ah, se parece a lo que está pasando en mi pueblo, en mi
comunidad.
Si
bien no estamos buscando levantarnos en armas, ni mucho menos… que no estaría
mal -dice entre risas- pero
sí por lo menos generar esa inquietud de querer cambiar lo que está pasando.”
¿Cómo
te acercas al cine?
-Mi
acercamiento al cine fue algo circunstancial, no fue algo que desde chica
quisiera como muchos que dicen: yo quiero ser abogada o doctora. En realidad,
yo quería ser arqueóloga, nada que ver con esta realidad; pero en la parte
profesional siempre estuve relacionada con la parte audiovisual. Entonces, el
paso obligado fue el tema del cine, con la idea de ir más allá de un registro
simple. Inclusive, periodístico. Era más ahí con el tema del periodismo de
investigación, pero en la parte visual.
La
primera parte de su formación fue empírica, a través de libros y talleres; pero
esto le llevó a crear su primer documental, en 2010, sobre el pulque. Eso le
permitió ver la necesidad de aprender, por lo que ingresó al CUEC (Centro
Universitario de Estudios Cinematográficos) a estudiar la maestría en cine
documental.
“Después
hice algunos otros pequeños proyectos, empecé a escribir guión de ficción, me
gusta mucho, ya no lo he hecho, pero sí tuve dos tres reconocimientos por ahí y
en la maestría hice otro documental que se llama Suspirium: es sobre la donación de
órganos y trasplantes en México. A mí me gusta mucho hablar de temas sociales
más que políticos que tengan que ver con estos temas complicados como es el de
la donación de órganos.”
Reconoce
que la cuestión económica, logística y la falta de apoyo -aún con una ley en la
materia- limitan la creación de documentales y aún más su exhibición en salas
comerciales; donde al menos el 20 por ciento de los filmes deberían ser
mexicanos.
“Entonces
creo que el pensar en estos espacios de cine de exhibición para el cine
nacional, al que le damos prioridad, es importante en la cadena de producción
del cine y creo que a través de la muestra puedo incidir en eso. No descarto
poder seguir produciendo algún otro proyecto, pero creo que ahorita estoy más
enfocada en el tema de exhibición y me siento a gusto en esa parte.”
¿Y
tus motivaciones?
-Que
las personas se lleven una experiencia diferente. El año pasado tuvimos un
documental muy lindo que se llama Gigantes Descalzos -sobre los niños Trikis
que juegan basquetbol y son campeones mundiales- y se presentó en un centro
cultural de Hueyotlipan. Platicaba con el maestro Pedro Avelino y me decía “se presentó y yo se los puse a mis chicos
de danza y salieron bien motivados ‘nosotros también podemos hacer eso en la
danza y podemos ir a muchas partes del mundo.”
La
idea también ésa, cada quien lo ve desde su perspectiva y desde las
circunstancias que está viviendo. Si pueden trasladarlo a lo que hacen y eso lo
motiva, qué padre. Ese tipo de cosas, por pequeñitas que parecieran hacen que
nosotros podamos seguir adelante. El hacer esos pequeños cambios, inclusive, de
cómo pensar estas cosas.
Tengo
muchos amigos que tienen prejuicios con el tema Trans, pero cuando vieron la
historia en primera persona de Claudia: cómo enfrenta su transformación en
operaciones, toda la discriminación vivió a lo largo de su vida para estudiar
medicina; lo ves y entiendes que no es tan fácil. Les hizo cambiar esa forma de
ver. Aunque todavía tienen algunos prejuicios ahí arraigados, pero sí están con
una actitud muy diferente a lo que ellos creían.
Ese
tipo de situaciones son satisfactorias para nosotros. Nuestro proyecto no busca
ningún fin de lucro, todas nuestras actividades son gratuitas, no nos vamos a
volver millonarios haciendo esta actividad.
¿Qué
has aprendido?
-Muchísimo.
De entrada, conocer muchísimas personas, el saber que hay más personas que
quieren hacer cambios y poder estas alianzas con ellos. Lograrlos es conjunto
es bien padre, no sentirte solo porque, a veces, este tipo de proyectos que
tienen que ver con el tema cultural, a veces uno siente que va solo. Haces una
actividad y llegan cinco siete, sientes que para qué haces tanto, pero después
piensas que eso siete están bien, ellos van con otros siete y se pasa la voz.
Encuentras en el camino a otros amigos que están haciendo algo similar a lo
tuyo y se unen.
El
trabajar en colectivo, en red es bien importante, el que me haya permitido
conocer a mucha gente aquí en Tlaxcala, en diferentes partes del país que están
haciendo lo mismo.
Sobre
todo, entender que el cine es bien importante en el contexto social actual. Ha
hecho y sigue haciendo muchos cambios, incidiendo en las cuestiones públicas y
eso está súper interesante.
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