Zurya Escamilla
(Tlaxcala, Tlax., 2 de septiembre de 2018) Con más de dos mil egresados, la
Universidad del Altiplano (UDA) está comprometida con formar profesionales
sensibles a los problemas de su entorno.
Así lo manifiesta Susana Fernández Ordóñez, rectora de la institución, quien
me recibe en su oficina para comentar sobre cómo ha sido este proceso.
Sentada a su escritorio de madera, con un estantero lleno de
tazas de diferentes formas y libros de temas diversos, comparte que la idea de
esta institución “surgió con la carrera
de periodismo en 1988. Nuestro sueño era tener una carrera de periodismo porque
no había periodistas profesionales en Tlaxcala”.
Actualmente, la UDA cuenta con 10 licenciaturas: desarrollo
industrial, gastronomía, desarrollo turístico, ciencias de la comunicación,
diseño gráfico, mercadotecnia y publicidad, publicidad y relaciones públicas,
enseñanza del idioma inglés, administración financiera y contable, nutrición
humana. Además de la maestría en Gestión Educativa Estratégica, el bachillerato
y la secundaria.
“Estamos muy contentas.
Se pasó muy rápido el tiempo”, comenta. “Cada
año es estar angustiado de si llegan alumnos, de si alcanza o no alcanza.”
“Es estar todo el día
actualizándote porque tienes que dar a los alumnos lo del día de hoy. Tienes
que darles las herramientas para que puedan ganarse la vida; para que puedan
competir; para que pueda salvar el planeta de alguna forma chiquita, aunque sea,
que todos aportemos algo por el planeta.
Aquí somos
sustentables mínimo hace diez años; pero nos habíamos pronunciado antes. Si tú
ves, hay separadores de basura, hay compostero. Se separa allá atrás todos y se
le da un chico para que pueda pagar su colegiatura con eso.
Entonces, hemos
tratado de hacer un esfuerzo para hacer a la gente humana, para que no se suban
en su ladrillo, para que entiendan que es un privilegio estar en una universidad,
la que sea. Es un privilegio que te da la vida y que no debes desaprovecharlo.
Si estás en secundaria
o bachillerato, tienes que echarle todas las ganas porque es la oportunidad que
te da la vida. Después no sabes. Como está el planeta -cada vez más robotizado,
más difícil-tienes que estarte actualizando en nuevas tecnologías porque a lo
mejor acabas diseñando equipos para quitarle el trabajo a otros.”
¿Se siente satisfecha
con el trabajo que ha realizado hasta el momento?
“¡Claro! -asegura- Mis
chicos están en todos lados. Ahora que los buscamos por el aniversario, están
hasta en otros lados del continente. Eso es muy satisfactorio. Son exitosos,
hacen lo que les gusta, la mayoría.
No todos somos
bendecidos con una familia feliz, con la salud completa, ni nada; pero en
general, yo creo que los resultados son muy buenos.
Venimos a cambiar el
ambiente periodístico en Tlaxcala. Venimos a hacer periodismo porque nada más
había un periódico y no había profesionales.
Ahorita no sé cuántos
periódicos digitales hay; pero hay 70, 80, cuando menos. Muchos de ellos son
egresados en la escuela o cuando menos están involucrados, reportean. En el
ambiente periodístico han cambiado muchas cosas.
En el ambiente
gastronómico también nos hemos pronunciado por la sustentabilidad, por rescatar
las tradiciones. Si tú nos ves ahorita, nuestros chicos son los más solicitados
en cuanto a la cocina tradicional a nivel nacional e internacional.
Ahora se van a ir el
Chef y la cocinera tradicional. Se van a España con invitación todos pagado
durante 15 días, con apapachos. ¿Por qué? Porque están reconociendo el trabajo
que están haciendo en México. Por lo menos en España tengo como tres o cuatro, de
chef. Yo creo que les está yendo muy bien.
Yo creo que es
importantísimo lo que se ha logrado. Mi sueño no fue exactamente éste. Era un
sueño chiquito y fue creciendo y creciendo hasta que llegamos a esto. Te digo
son 30 años, pero parece que fue ayer.
Hace rato que
estuvimos viendo fotos. ¡Cómo ha pasado cosas, cómo hemos ido creciendo! Teníamos
una tirita de tres mil metros y de ahí hemos ido creciendo poquito; comprando
un terrenito, comprando otro terrenito, poco a poco, y ya tenemos como una
hectárea y media, casi dos hectáreas.”
En estos 30 años,
¿cuál ha sido el principal reto que han tenido que enfrentar?
“Actualizarte todos
los días. Yo misma doy clases todos los días. De repente vuelvo al salón de
clases, vuelvo a platicar con los chicos; vuelvo a enseñar lo que para mí es el
periodismo, porque yo soy una fanática del periodismo: los géneros, cuál es la
base de la profesión.
Todo lo demás será muy
actualizado. Tendrás un telefonito que les haces así -dice mientras hace
ademanes con sus manos como si tuviera un celular en ellas- y mandas tu nota; pero si no sabes redactar
y si no conoces los géneros…
Yo creo que se ha
hecho buena labor, yo creo que hemos hecho nuestro mejor esfuerzo. Hemos
contratado gente que está muy involucrada con la escuela y con su profesión.
Yo creo que la mayoría
de los chicos -claro que hay unos que son insalvables- están haciendo un buen
papel. Seguramente has tratado a algunos egresados de acá y, bueno, tontos no
han de ser. Si egresaron de aquí, tontos no son. Están preparados para lo que
pueda ofrecerse.”
¿Cómo describiría a los
egresados de la universidad?
“Geniales, preparados,
capaces, comprometidos con el ambiente, comprometidos con el futuro.
Los de periodismo, yo
les digo, que quien estudia periodismo y lo ejerce, es la voz de los que no la
tienen. Es el que puede denunciar injusticias, es el que puede hacer las cosas
que los demás a veces no pueden hacer.
Tú tienes un medio,
puedes llegar a mucha gente y decir cosas que los demás quieren decir pero que
no lo puede hacer. Eres un privilegiado de la vida.
En ese contexto, todo
ha funcionado maravillosamente.”
¿Cuál considera que
ha sido el impacto de la sociedad de Tlaxcala
“Ha sido importantísimo. Te digo, había un solo periódico, había gente
que se dedicaba a otras cosas; que escribía de su tema porque no sabían hacer
otra cosa. Sabían hacer sus cosas, cada quien era experto en lo suyo; pero no eran
periodistas profesionales.
Yo regresé de Acapulco en el 81 cuando Tulio Hernández empezaba.
Comencé a reportear, tuve la corresponsalía de Notimex, regresé al Sol, donde
comencé en el 62 como columnista. Seguí trabajando y me di cuenta que hacían
falta periodistas.
Ellos eran buenos de lo suyo. Eras jefe de prensa en el Seguro y te
mandaban boletines del seguro. Eras jefe de SESA y te mandaban boletín de SESA.
Cada quien en su área, pero te cambiaban de fuente y no sabías qué hacer.
Comencé a platicarlo con mis amigos, fui a ver a mis maestros de la
Carlos Septién García, yo estudié allá. Me apoyaron con los planes y programas.
En ese tiempo había muy pocas cosas. En ese tiempo, en Tlaxcala, no había
universidades.
Había una Escuela de Educación Superior que era la de Carlos Hernández
Whaibe, con turismo, y la UAT, con algunas carreras, no tantas como ahorita,
eran bastante menos.
Entonces me di a la tarea de echarle ganas. Afortunadamente en
Tlaxcala, más en esa época, conocías a todo el mundo. Entonces nos apoyaban,
investigábamos juntos, hasta que fuimos sacando todo el proceso e inauguramos,
el 2 de septiembre del 88.”
Comentaba que la UDA
tiene una política de sustentabilidad desde hace 10 años.
“Aplicada totalmente,
pero nos habíamos pronunciado desde hace 15 años. Nosotros vimos que la
sustentabilidad se aplicaba en todos los aspectos y que el futuro estaba
terrible para las nuevas generaciones.
Se comenzaron a aplicar
proyectos en muchos sentidos. Ahorita la sustentabilidad es transversal en
todos los programas. Hacemos que parte de lo que ellos (los alumnos) produzcan
esté relacionado con la sustentabilidad. Si sacas fotos, que sean sustentables;
si escribe algo, trata de manejar la sustentabilidad.
A los chicos los mando
a reportear acerca de las lagunas de oxidación, si funcionan, desechos médicos.
Todos los temas que nos pueden involucrar, cómo se encuentran las lagunas… Los
chicos están involucrados a fuerza en lo que es la sustentabilidad, en lo que
son las carencias, en los que son los problemas del Estado. Yo creo que eso es
básico, si no conoces algo, cómo vas a combatirlo.”
De manera
institucional cómo aplican esta política
“Para empezar, no hay botes en el salón; los separadores están
afuera. En primera, no puedes comer dentro del salón, pero si tuvieras alguna
basurita, sales y la depositas donde corresponde.
En las cafeterías, por ejemplo, no queremos obesos. No hay
nada que te engorde. Se queja todo el mundo, pero ni modo.
Les das palomitas de quién sabe qué, sin sal y sin aceite.
Pueden comer una vez a la semana una torta de milanesa, pero tiene que estar
capeada con amaranto. en fin, es otro planeta. Aquí, lo que comes, está sano.
Los platillos cada día se van cambiando. A los chicos les
puede gustar o no, pero es lo que hay. Es adaptarlo, porque hay mucho obeso en
Tlaxcala.
Estamos aplicando todos los conceptos, tenemos lo de la luz,
lo del agua, hay bebederos especiales. Hemos utilizado la composta con todo lo
que desecha en la cocina. Todas las verduras se ponen en un compostero y de
éste sale el nutriente; se lo echamos a las plantitas. Hay un vivero para los
chicos aquí atrás”
¿Qué viene ahora para
la Universidad del Altiplano?
“Seguir creciendo. Estamos
revisando Planeas y programas. Cada tres cuatro meses nos ves sentados
trabajando, viendo qué, revisando, checando, ampliando.
Lo que necesitamos es
dar a los chicos las herramientas para hacerlos más humanos, más sensibles. Ahora
estás compitiendo con aparatos electrónicos por los que chicos ni te oyen,
toman clases en el teléfono, en la computadora. Lo que tienes que hacer es rescatar
al chico.
Estamos viendo
tenerles los libros más interesantes, más actualizados, Además muchas veces los
conseguimos en línea porque al que le da flojera leer el libro -no hay nada
como leer un libro- lo pueda bajar en la biblioteca para consultarlo
Cada día hay maestros
más capacitados, los estamos capacitando cada tres cuatro meses en las últimas
tecnologías; en todo lo que es planeación educativa, gestión.
Yo creo que no nos
queda más que dar a los chicos las herramientas del día porque si no, no pueden
competir.”
Para concluir la entrevista, Susana Fernández comenta:
“Me siento muy contenta. Se dicen fácil
30 años. Han sido muchísimas experiencias, más positivas que negativas.
Estoy contenta con mis
egresados y con mis maestros y más contenta de cumplir 30 años. No era mi sueño
inicial, no pensé llegar tan lejos con este monstruito. Pensábamos algo más
pequeño, pero estamos muy felices de poder cumplir 30 años.”


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