Mariana Espinosa de los Monteros indicó que el protocolo de adopción ha sido un modelo exitoso
Zurya Escamilla Díaz | Tlaxcala | 9 de julio de 2025
En lo que va de la administración estatal, hay 35 adopciones en diferentes fases del proceso, informó Mariana Espinosa de los Monteros Cuéllar, presidenta honorífica del Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia (SEDIF), quien también compartió que familias de otras entidades están interesadas por realizar su proceso de certificación en Tlaxcala debido a la agilidad que siguen.
"La verdad es que se ha difundido que en Tlaxcala tratamos de agilizar el tema del proceso legal lo más que se pueda; siempre cumpliendo con el protocolo que es necesario de poder garantizar que nuestras niñas y niños están yendo con familias que son idóneas para la adopción porque se hace todo un tema de trabajo social, de psicología para poder garantizar que las familias a las que estamos entregando los niños son idóneos para poder ser padres y madres", explicó en entrevista a medios de comunicación.
En entrevista, explicó que hay 10 niñas, niños y adolescentes en proceso de ser liberados legalmente para entrar en los procesos de adopción, mientras que algunos otros son susceptibles de reintegrarse a su entorno familiar. "Dependemos también del Poder Judicial que nos ayudan a poder agilizar lo más pronto posible los temas de cada niño en particular".
Espinosa de los Monteros detalló que las personas interesadas en adoptar deben seguir un proceso de certificación que puede tomar de 3 meses a un año, según el seguimiento que las personas o parejas den a los trámites para que el SEDIF determine que sí tienen la capacidad de recibir en adopción a un menor.
"Depende muchísimo de las familias. Yo siempre les digo que tengan paciencia, porque nosotros tratamos de agilizarlo lo más que se pueda, pero [...] si una madre, padre o una familia está buscando la certificación, le puede llevar de 3 meses, si son muy puntuales en las llamadas que se les hacen (valoraciones) de trabajo social, de psicología; visitas domiciliarias, visitas también a familiares, a los trabajos, hay que certificar que los papás tienen la posibilidad económica también".
Mariana Espinosa de los Monteros indicó que no buscan lujos, pero sí que las niñas o niños vivan cómodamente, en un espacio higiénico; que las personas adoptantes tengan tiempo para destinarles, independientemente de su trabajo para que no vuelvan a entornos con omisión de cuidado o con familias que no puedan atender sus necesidades.
"Una vez que se tiene toda la documentación también necesaria, se sesiona y después de la sesión, ya depende que tengamos un niño que esté ya susceptible de adopción y se hace la asignación", detalló.
Hasta el momento, sólo una familia homoparental ha concluido el proceso de certificación ante el SEDIF, indicó la presidenta honorífica; pero precisó que por el momento aún no han hecho la adopción porque buscan que el niño o la niña tenga las características para insertarse a su núcleo familiar.
Asimismo, comentó que en el Centro de Asistencia Social del Sistema Estatal DIF tienen niñas y niños con días de nacidos hasta 17 años y 11 meses en posibilidad de ser adoptados.
Cuestionada sobre la capacidad de adaptación a las familias, Mariana Espinosa comentó que han tenido casos de adolescentes mayores de 15 años que tienen una buena integración con sus familias adoptivas, aunque algunos que requieren acompañamiento psicológico; así como grupos de hermanos que son adoptados en conjunto.
"Hemos tratado en la medida de lo posible de no hacer separaciones, de que los niños se vayan en grupos de hermanos. Hasta el momento así se ha logrado. Solamente un caso por muy particular que una niña si quería ser adoptada y la hermanita no quería; entonces tenemos que respetar las decisiones de ambas partes, pero la verdad es que todos los nuestros casos hasta ahorita han sido muy exitosos".
El éxito en la adaptación de las infancias a sus nuevas familias, lo atribuyó al proceso que implementa SEDIF de promover primero una convivencia temporal antes de que se integren definitivamente; pero también el seguimiento de tres años una vez que ya asumen el apellido del padre y/o la madre con la finalidad de que se sientan acompañados en el proceso.
"Hemos visto que las niñas, los niños y los adolescentes tienen un gran deseo de vivir en familia y también las madres y los padres que nos han tocado tienen un gran deseo de ser mamás y papás y una gran responsabilidad también".
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