Redacción (Tlaxcala, 11 de agosto de 2024) El coordinador de Salud Pública del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Tlaxcala, doctor Arquímedes Díaz Parra, informó que la lactancia materna favorece el sano crecimiento y desarrollo del bebé, ya que tiene muchos beneficios y disminuye los riesgos de presentar alguna enfermedad respiratoria y diarreica, lo mantiene con buena nutrición, además de que incrementa la protección inmunológica al ingerir el calostro en las primeras 48 horas después del nacimiento.
La leche materna es el mejor alimento para el bebé, contiene todos los elementos nutritivos que necesita para su crecimiento y el desarrollo saludable, así como las sustancias que lo protegen contra infecciones y alergias, ya no es necesario darles otros alimentos como agua, té o jugos, durante los primeros seis meses (alimentación exclusiva con leche materna) y en forma complementaria hasta los 2 años.
Los bebés que se alimentan de leche materna tienen menos probabilidades de enfermarse y de desarrollar obesidad a lo largo de su vida, además disminuye el riesgo de vómitos, estreñimiento y previene caríes; previene los cólicos al no ingerir aire como ocurre con los biberones, disminuye el riesgo de sobrepeso y obesidad en la infancia y etapas posteriores; favorece el desarrollo psicomotor por la interacción precoz madre-hija(o), y aumenta el coeficiente intelectual y la autoestima.
La importancia de que el recién nacido sea amamantado del seno materno lo más pronto posible después del parto, se debe a que es el momento en que se produce el calostro, una leche especial que es secretada durante los primeros 2–3 días después del parto. El calostro es rico en glóbulos blancos y anticuerpos, y proporciona una importante protección inmunológica al bebé para cuando éste se exponga por primera vez a los microrganismos del ambiente.
La madre también obtiene grandes beneficios al amamantar a su bebé, ya que le favorece una más rápida recuperación al útero, evita la depresión postparto, ayuda a recuperar su peso ideal; así como previene a largo plazo la prevención de diabetes, enfermedades cardiovasculares, así como del cáncer de mama y de ovarios.
“La alimentación con leche materna debe ser a "libre demanda" y se recomienda que antes de amamantar, las mamás se laven correctamente las manos con agua y jabón, no es necesario lavar los pechos cada vez que se alimente al bebé, porque con el baño diario y el cambio de ropa de la mamá es suficiente”, informó Díaz Parra.
Para amamantar al bebé es necesario adoptar una posición cómoda y acercarlo al pecho para introducir en su boca el pezón y parte de la areola, es muy importante que la mamá sostenga su mano en forma de "C", para ello deberá colocar el pulgar por encima de la areola y los otros cuatro dedos por debajo de la misma, para asegurarse que los labios del bebé estén bien abiertos, abarcando lo más posible la areola, y su nariz debe estar a no más de un centímetro de la mama.
“Es importante que antes de ofrecer el otro pecho "sacar el aire". Se deberá colocar la cabeza del bebé sobre el hombro, darle unas "palmaditas" sobre la espalda hasta que eructe el aire; si devuelve un poco de leche no hay que preocuparse, es normal, posteriormente podrá alimentarlo con el otro pecho e irlos alternando”, subrayó el especialista.
Es imperativo reconocer cuando el bebé presenta los signos de hambre, por lo que se observaran movimientos rápidos de los ojos, "chupeteo", se llevará la mano a la boca, se pondrá inquieto, abrirá la boca en búsqueda del pecho y, si no le hacen caso, se agitará y romperá en llanto.
Las mujeres embarazadas deben acudir a su unidad médica de adscripción, para iniciar su control prental con su médico familiar y, así prepararse para un parto amigable y sin riesgos, contando además con el acompañamiento de Trabajo Social, Enfermería y Nutrición para que, llegado el momento, aprenda las técnicas de amamantamiento y extracción de leche materna y métodos de planificación familiar entre otros.
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