Zurya Escamilla Díaz (Tlaxcala, 23 de mayo de 2022) El padre Ranulfo Rojas Bretón, vocero de la Diócesis de Tlaxcala, afirmó que es necesario que tanto las autoridades como la sociedad tomen acciones en materia de seguridad pública, pero enfatizó que esto no significa tomar las medidas en propias manos, sino hacer la denuncia correspondiente.
En entrevista el pasado 9 de mayo, el presbítero indicó que la Diócesis, como toda la población, se encuentra preocupada por el tema de inseguridad y la violencia que ha derivado de ella con los últimos linchamientos suscitados en el estado; situación que atribuyó a la predominante impunidad que sirve de argumento a la gente para realizar este tipo de actos.
"Estuvimos en la exposición de los resultados del trimestre de seguridad, yo creo que todos sabemos que los números son una cosa y la realidad que se palpa, sobre todo aquella que no se denuncia, es diferente. Nos piden denuncias, la gente todavía se ve muy reacia", dijo a medios de comunicación.
Rojas Bretón aseveró que la seguridad es tarea de todos porque las autoridades no siempre cuentan con suficiencia económica y de personal; por ello, consideró importantes acciones como la constitución de comités de vecinos vigilantes silbatos de ayuda y otras medidas que la población ha tomado para resguardarse.
Asimismo, indicó que la gente no percibe la seguridad; "si bien los números dicen que somos el segundo estado todavía más seguro, pero pues el mal de muchos parece que es consuelo de pocos. Es decir, el ser el segundo no le dice nada a alguien que ha sido asaltado; el ser el segundo no le dice nada a alguien que ha sido robado en su casa o que ha sido ejecutado, eso no le dice nada, es un número. Una persona no es un número, es una realidad, es una historia y ésa obviamente siempre pesa", puntualizó.
Finalmente, dijo que queda mucho por hacer tanto a las autoridades como a la población pero recalcó que no se trata de tomar la justicia en propias manos; sino de buscar la forma de prevenir a través de la ayuda, la solidaridad y caminar de la mano.
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