Zurya Escamilla Díaz (Tlaxcala, Tlax., 30 de julio de 2019) Se define como una joven
transgresora e idealista que a sus 23 años llegará al Octavo Parlamento Juvenil,
convocado por el Congreso del Estado, con la misión de hacer notar lo que “está
mal: las desigualdades, injusticias y discriminación.”
Paola Jiménez Aguirre es
psicóloga de profesión y coordinadora estatal de la Red de Mujeres Trans en el
estado y directora del Colectivo Pares en un Mundo de Nones, organización local
que fundó hace dos años y que éste permitió, junto a la suma de otras personas,
una amplia participación en la marcha por los derechos de la comunidad LGBT+
que tuvo lugar el 1 de junio.
Es la primera persona trans en
participar en este evento que reúne las voces de jóvenes de toda la entidad y
sabe que su lugar fue ganado a pulso, gracias a las habilidades que el
activismo y su formación profesional le han permitido desarrollar.
Conoce perfectamente el largo
camino que lleva el reconocimiento de su identidad de género, las trabas
administrativas que la Coordinación del Registro Civil en Tlaxcala impone para
ello, a pesar de las determinaciones constitucionales y las resoluciones judiciales.
Por esta razón, es plenamente
consciente de las limitaciones que este procedimiento implica para los derechos
laborales, de acceso a la salud, a la educación y a la impartición de justicia.
Sobre todo, la mella que hace en la participación de la comunidad trans en la
vida política y también de la afectación a sus derechos político-electorales.
En consecuencia, busca exhortar a
que se legisle sobre el derecho a la identidad de género, a que se termine con
los crímenes de odio contra la comunidad trans y se ponga fin a la
discriminación. Esa inquietud la ha llevado por este trayecto, del cual platica
a Expediente Político.Mx.
-Soy una joven muy inquieta. Siempre me ha
movido el quehacer social y el poder contribuir a mi contexto social. No es la
primera vez que veo la convocatoria. De hecho, un amigo mío participó en la
primera edición y para mí fue muy significativo que él participara porque era
un joven muy talentoso y lo sigue siendo. Él me animaba a ser partícipe de este
evento. En ese momento no era lo que yo perseguía o aspiraba, pero a través de
todo lo que he ido haciendo a través del activismo y todo lo que me he
involucrado en lo político y lo social es como me he dado cuenta que es
necesaria la toma de decisión a través del consenso, de la participación de la
ciudadanía.
Sobre todo, este año fue un reto
más personal porque ya contaba con el reconocimiento de identidad. Quise ver
cómo eran las bases para que pueda participar una persona trans en este Octavo
Parlamento.
¿Cuáles son tus expectativas
respecto a esta participación?
Tienen que ver con generar
sinergia con mis compañeros parlamentarios. Crear una voluntad juvenil y que a
través de este ejercicio político, podamos llegar a impulsar iniciativas que
están paradas.
Por ejemplo, el tema que yo
quiero impulsar en mi participación es la identidad de género, una iniciativa
pendiente en el estado. Una iniciativa necesaria porque no soy la única persona
que necesita ese reconocimiento, ya lo tengo a través de un proceso ajeno al
estado, pero quiero que las nuevas generaciones, si quieren hacer uso de este
derecho, lo puedan hacer.
Mis expectativas tienen que ver
con eso, con generar voluntad con mis compañeros y compañeras, con romper los
prejuicios de ellos y de ellas porque hay muchos que no conocen del tema. Yo
quiero compartirles un poco de él y que al final del Parlamento podamos,
mínimo, dominar los puntos clave de lo que es la identidad de género y la
orientación sexual
¿Cómo te has sentido en lo que va
de este proceso?
Yo me sentí muy cómoda, en ningún
momento me sentí discriminada, ni mucho menos excluida. Solamente me gustaría
lanzar la pregunta de cuáles serían los mecanismos para aquellas personas trans
que quieran participar en ediciones posteriores y que no cuenten con el reconocimiento
de la identidad. Cómo sería si al momento de ser acreedores a una participación
y pasar a recoger sus constancias, si se les llamaría por el nombre con el que
se sienten identificados e identificadas o respetarían la identidad legal. Ésa
sería la pregunta que me gustaría lanzar a los organizadores.
Lo que sí puedo reconocer a la
organización de este parlamento y a quienes lo conforman es que hay inclusión.
Hay una persona con una discapacidad auditiva y me gustaría recalcar que no
estoy ahí por ser una mujer trans, sino estoy porque fui competente para el
puesto.
No me regalaron un espacio. No
por el hecho de ser trans me dijeron “te lo vamos a da”r, jamás. Yo, al igual
que todos, participé, hice lo propio y afortunadamente fue la capacidad que
tengo la predominante, la que calificó, no el hecho de que fuera una mujer
trans. Independiente de si lo soy o no, soy una persona con capacidades y
habilidades que fue lo que se tomó en cuenta.
¿Qué tan complicado ha sido el
proceso legal y administrativo?
Es un proceso que requirió de mi
tiempo, esfuerzo y dinero. El estado no prevé en su Código Civil local el
cambio de identidad, a diferencia de otros estados de la República que ya lo
tienen legislado. En Tlaxcala no lo está y tuve que trasladarme a la ciudad de
México a hacer mi cambio, regresar a la capital, ir a la Coordinación Estatal
de Registro Civil y solicitar que se hiciera el resguardo de mi acta. En
seguida me dieron la negativa. Me dijeron “no se puede porque el Código Civil
no lo prevé.” Entonces, solicité que me dieran una respuesta por escrito y fue
a través de ella que yo tramité un amparo.
Cabe resaltar que ésta es una
acción discriminatoria porque en otros estados, donde no está legislado el
tema, cuando llegan las chicas de la Ciudad de México con su reconocimiento de
identidad, las coordinaciones estatales del registro civil hacen el resguardo
del acta, les dicen: “¿sabes qué? son 200 pesos por el trámite, hacemos el
resguardo y no pasa nada.” En cambio, en Tlaxcala, se escudan en el código civil
y te dicen “sabes qué no lo podemos hacer, hazle como puedas.”
Nos llevan a hacer un recurso de
amparo para verse obligados, a través de la resolución de un juez, a hacer
válido mi derecho y resguardar mi acta. Ha sido un proceso cansado, hay muchas chicas
que al final dejan el trámite. Van a la Cdmx, hacen su cambio, regresan a
Tlaxcala, ven esa situación y lo dejan. Hay quienes sí tenemos la determinación
de concluir nuestro trámite y estamos ahí en el proceso. Yo tuve el reconocimiento de mi identidad el
17 de marzo y estamos a julio y aún no tengo respuesta del resguardo de mi
acta. Ya tengo el proceso, pero está demorando.
Para mí es muy gratificante
participar en el parlamento. Yo no me asumo como representante de la comunidad
trans porque muchas mujeres no tuvieron la oportunidad que yo hoy tengo de
acceso a la educación y espacios de decisión; pero sí una interlocutora, una
portavoz de todas las necesidades que como población trans, tenemos. La que
principalmente hoy nos apremia que es el reconocimiento de nuestra identidad
porque eso va a disminuir la discriminación laboral, en salud, impartición de
justicia, educación.
Mi principal motivo para hacer mi
cambio fue que yo egresé de la licenciatura y quiero que mi título aparezca
como Paola Jiménez. Para que eso suceda debe haber de por medio un acta de
nacimiento que ratifique que me llamo así. Por eso fue que promoví este cambio
para que el esfuerzo de cuatro años y medio de la carrera se vea reflejado en
el reconocimiento de mi título.
Hay muchas chicas a las que no
les dan empleo porque sus documentos legales no corresponden a la identidad de
género. Les dicen “óyeme, aquí dice que
te llamas tal y lo que veo es totalmente diferente, entonces discúlpame, no te
puedo contratar.” Si yo llego con mi
identidad reconocida y expresada, ya no tendría por qué haber pretexto
Como activista, seguramente sabes
de muchos casos de discriminación y cómo afecta la participación ciudadana y
política de las personas trans.
Algo que tenemos que reconocer es
que el INE ha sido pionero y ha podido avanzar en que podamos ejercer nuestros
derechos político-electorales. Prueba de ello es que el año pasado en las
elecciones presidenciales hubo un protocolo, detrás del cual hubo esfuerzo y
dedicación de activistas trans que impulsaron el tema.
Hasta el año pasado no podíamos
votar porque al ver que la identidad de género no correspondía con la
credencial, nos negaban el derecho a votar. El año pasado se implementó este
protocolo y tenemos este avance.
Esto surge a partir de ciertas
actitudes de discriminación como el no poder votar, como el no poder ir a un
antro -algo de diversión y no tan importante que también repercute en la
dignidad de las personas. Hace poco una chica llega al hospital y no la
atendieron por esa misma razón, ella ya lleva muchos años de transicionar.
Entonces, su identidad física no correspondía para nada con el documento del
INE y le dijeron en el Hospital General que no le pueden prestar su servicio.
Tú ya has tramitado tu credencial
de elector, ¿cómo ha sido este proceso?
Fue un proceso muy amable, en
todo momento el personal del INE me atedió de una manera muy atenta, muy
profesional. Yo llegué con mi documentación que fue mi acta de nacimiento,
comprobante de domicilio, mi identificación anterior y la notificación d e la
ciudad de México en la que hace constar que hice un cambio de identidad. Fueron
los únicos requisitos que me solicitaron para hacer mi trámite y no hubo ningún
problema, a los nueve días ya tenía mi credencial de elector.
Entonces esto fue lo que lo que
dio paso a tu participación en el Parlamento Juvenil…
Cumplí con los requisitos,
actualmente cuento con acta de nacimiento, CURP e INE. Fueron los que me
solicitaron en el parlamento, acudí con ellos, los entregué y no hubo mayor problema.
Sin embargo, eso es lo que quiero cuestionar para cuando una persona que se
asuma trans y no tenga el reconocimiento legal de su identidad.
Espero que para la próxima
edición del Parlamento ya se haya legislado en el Estado el tema y ya puedan,
mujeres y hombres trans, acceder a la identidad de género. Pero, en caso de que
aún no fuera así, ¿qué pasaría en el parlamento si una persona llegara y sus
documentos muestran otra identidad?
Es algo que merma la
participación de las juventudes trans. Si no se quiere reconocer su identidad
legal, esto va a impedir que se acerquen a los espacios de decisión, van a
sentirse discriminados, porque no nos van a dar el trato que debe de ser.
Eso realmente repercute bastante
en la participación de las personas. Yo puedo decir eso, porque conté con el
reconocimiento legal fue me animé a participar, si no lo tuviera, no lo hubiera
hecho, sí sentiría esa incomodidad. Hoy ya puedo decir, si alguien me llamara
de manera despectiva o con referencia masculina, yo ya tengo un documento con
el que les puedo decir, “sabes qué aquí mi identidad es tal, respétala.”
¿Qué espera Paola Jiménez de sus
compañeros de la legislatura juvenil?
Esperaría mucho respeto, solidaridad y mucha
empatía-. Eso me anima a pensar que son profesionales. Si bien no somos
todólogos, eso no nos exime de aprender. Si alguien desconoce el tema, con todo
gusto, estaría dispuesta a que se acerquen y me pregunten para explicar cómo
es.
Será así de mi parte para ellos y
lo mismo espero para mí. Te repito, a mí no me regalaron nada por ser trans. Yo
contendí y gané ese espacio porque mis habilidades y aptitudes fueron
suficientes. Eso me llena de mucho orgullo, ni por dádivas ni por cumplir una
cuota, realmente me gané el lugar.
¿Cuál ha sido el aprendizaje hasta
el momento?
Aunque lo más importante es en
las próximas fechas, me llevo el conocer a otros jóvenes que actúan desde otros
sectores: la salud, la ecología, social, combate al crimen. Lo poco que he
podido convivir con ellos fue en la entrega de la constancia, pero podré
convivir un poco más durante los tres días trabajando
¿Cuál consideras que será la
parte más complicada?
La voluntad de la gente, que las
y los mexicanos tengan un mayor conocimiento porque muchos de ellos actúan
desde la ignorancia, porque les aterra y viven con una visión muy cerrada sobre
el ser humano. Ellos piensan que es blanco o negro cuando el ser humano es tan
diverso, es toda una gama de grises, maravilloso y cerrarnos es negar todas las
posibilidades.
¿Qué viene para ti? ¿Te gustaría
continuar en la política?
Me gustaría bastante hacer algo
porque realmente sea capaz y competente. Me gustaría, por su puesto, ser la
primera legisladora local trans. Me gustaría empezar por ese aspecto rumbo al
2021 y que algún partido me dé la oportunidad de poder contender y ser
aspirante a una diputación, soy del distrito 9, me gustaría ser su
representante. Convertirme en una diputada joven y la primera trans en el
Estado de Tlaxcala. Para mí sería un gran orgullo servir a mi Estado y a mi distrito
desde el Congreso Local.
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