Claudia Huerta (Tlaxcala, 24 de julio de 2019) El uso desmedido de las redes sociales y
en general de internet se ha convertido en una necesidad primaria, son nuestra
primera fuente de consulta respecto a cualquier tema, dejamos de usar nuestra
prudencia y caemos en “brillantes” tendencias al debatir, depositamos nuestro
juicio a lo que dice la mayoría, al comentario que tiene más “reacciones” en
Facebook y nos resulta incuestionable,
casi como una ley.
Con esto no quiero decir que yo deteste su uso, no, al
contrario, creo que las diferentes
plataformas son una maravilla a la hora de buscar datos importantes sobre temas
específicos y sobre todo, para relacionarnos con contactos afines a contenidos
de utilidad.
Simplemente a la hora de opinar dejamos
de lado la investigación propia,
evitamos dedicar unos minutos a evaluar la información recibida y entonces nos
sumamos al número de seguidores de una tendencia, de una opinión exclusiva que
bien pudo ser obra del resentimiento o del ocio.
Este ejercicio sólo consigue polarizar a
la sociedad, brindándonos muy pocas opciones: o es bueno o es malo, o estás a favor o en contra, nos quita la
oportunidad de tomar en cuenta las diversas posturas de pensamiento, de
comprender que por ejemplo respecto al tema del aborto (por citar alguno), que existen miles de casos diferentes y que
necesitan ser comprendidos con respeto para que nuestra sociedad funcione
armoniosamente.
Las redes sociales se han convertido en
la voz de la sociedad actual, ahí se gestan movimientos, la gente se suma, pero hagámoslo conscientemente informados,
tomemos lo que se expone ahí como un punto de vista más, útil para complementar nuestra propia
reflexión.
No negaré que ciertos contenidos nos
hacen reír, pero apropiarnos de esas frases graciosas y adaptarlas a nuestro
lenguaje cotidiano, nos impide una vez más, disfrutar toda la variedad de
palabras que enriquecen nuestro lenguaje y le imprimen un sello personal.
Y así podría citar otros ejemplos que
reflejan cómo poco a poco nos vamos encasillando en opiniones predeterminadas,
a mi parecer, ésta plataforma de expresión importantísima debe alimentarse con
opiniones particulares, emanadas de la percepción personal y que ésta, sirva de
retroalimentación a otros, arriesguémonos a crear una opinión propia, basada en
nuestro conocimiento, experiencia y contexto.

No hay comentarios:
Publicar un comentario