Patrimonio cultural a 500 años. Parte III: Cortés descubre el camino de Cholula a Tenochtitlán entre los volcanes

Karla Alejandra Díaz Velázquez (5 de junio de 2019) Una de las cosas que más llama la atención de Cortés, y se encuentra reflejada en diferentes momentos en sus cartas de relación, es la belleza y grandeza de los paisajes que descubre al internarse en el continente. Resalta la altura de las sierras y lo grande y limpio de los ríos y lagos, se detiene también en más de una ocasión a describir las plantas y los animales con los que se encuentra.

Describe y reconoce así el patrimonio natural del que se encontraba rodeado, incluido en éste a más de uno de los elementos que hoy tenemos por necesarios cuando se habla de patrimonio natural, comparando -en varias ocasiones- con la situación de estos espacios , con sus referentes en el viejo mundo.

“Que a ocho leguas de esta ciudad de Churultecal están dos sierras muy altas y muy maravillosas, porque en fin de agosto tienen tanta nieve que otra cosa de lo alto de ellas sino la nieve se parece. Y de la una que es la más alta sale muchas veces así de día como de noche tan grande bulto de humo como una gran casa, y sube encima de la sierra hasta las nubes tan derecho como una vira, que, según parece, es tanta la fuerza con que sale que, aunque arriba en la sierra anda siempre muy recio viento no lo puede torcer”. (Carta I, p. 57)

En el fragmento que retomamos, el conquistador no sólo hace énfasis en lo maravilloso de las dos grandes montañas que se encuentra en el camino a Tenochtitlán, sino que también da cuenta del clima y de la condición del terreno que caracteriza al Valle de México.

Resulta también interesante la forma en la que se refiere directamente al espectáculo que debe haber sido para él las exhalaciones del volcán Popocatépetl, como una gran casa impenetrable.

Estas observaciones podrían pasar desapercibidas, pero si recordamos que uno de los objetivos en la empresa conquistadora era la población del territorio, resulta que estos pasajes no sólo expresan la belleza del territorio sino informan al Rey sobre las posibilidades de poblamiento y recursos con los que en este territorio se contaba.