Necesario catalogar los embarazos en niñas como una forma de violencia sexual: Ddser

Zurya Escamilla Díaz (Tlaxcala, 25 de septiembre de 2023) Resulta necesario reconocer en la ley a los embarazos entre niñas como una forma de violencia sexual y avanzar hacia su erradicación, coincidieron especialistas en la materia durante el foro "¿Qué hacemos para prevenir el embarazo adolescente?" al que convocó la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH).

    En el auditorio de la CEDH, María del Rosario Texis Zúñiga, directora de la Red por los Derechos Sexuales y Reproductivos (Ddser) en Tlaxcala, indicó que mientras 40 por ciento de los embarazos en adolescentes (15 a 17 años) están asociados con la violencia sexual; la totalidad de los que ocurren entre niñas de 10 a 14 años tienen vínculo con este problema.

    Detalló que el Grupo Estatal para la Prevención de Embarazo en Adolescentes (GEPEA) ha realizado un seguimiento al tema desde 2015 y han podido observar que factores como el machismo, la inseguridad pública, una visión conservadora combinada con la doble moral de las familias, así como los altos índices de violencia en las familias son factores que favorecen los embarazos en menores.

    Refirió que en Tlaxcala persisten el control del cuerpo y de la sexualidad desde las familias, lo que se observa en matrimonios forzados de niñas y adolescentes; pero también en que sean vinculadas con formas de trata con fines de explotación sexual desde las mismas familias donde, por cierto, están también los agresores sexuales más recurrentes (papás, tíos, primos, abuelos, padrastros).

    Por ello, enfatizó que en necesario catalogar los embarazos de niñas como una forma de violencia sexual debido a todo lo que ocurre en torno a que ellos; reforzar los sistemas de protección, articular a instituciones públicas con la sociedad civil y la academia, retomar experiencias exitosas, incluir a las niñas y adolescentes en el centro de las políticas públicas; además de garantizar la atención y el acceso a la justicia.

    Por su parte, Jacqueline Ordóñez Brasdefer, presidenta de la CEDH, explicó que los derechos sexuales y reproductivos son parte de los derechos humanos; ya que la sexualidad es inherente al ser humano; por lo que es importante eliminar las barreras que impiden a las y los jóvenes acceder a espacios respetuosos y a un desarrollo integral.

    Agregó que de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) Tlaxcala ocupa el sexto lugar nacional en el número de embarazos adolescentes, lo que implica un gran desafío para las autoridades y para la sociedad misma; ya que esta condición impacta en la materialización de su proyecto de vida y afecta su acceso a otros derechos como a la educación.

    Mientras que Oscar Acosta Castillo, coordinador de salud sexual y reproductiva en adolescentes de la secretaría de Salud (SESA), indicó que si bien la tasa de embarazos por cada mil niñas y adolescentes en Tlaxcala ha mostrado una reducción en los últimos tres años, todavía representa cerca del 18 por ciento de las gestaciones en la entidad.

    Agregó que la violencia, la falta de acceso a educación sexual integral y a métodos anticonceptivos son algunos de los principales factores que favorecen los embarazos a corta edad; como también lo son la edad de la pareja, el nivel escolar, el consumo de sustancias como el alcohol, y las formas en que culturalmente están representadas las mujeres y hombres.

    Al hacer uso de la voz, Melanie Montoya, oficial de formación en Elige, Red de Jóvenes por los derechos Sexuales y Reproductivos, A.C., explicó que en esta organización impulsar una sexualidad libre e informada que permita a las y los jóvenes tomar decisiones sobre su cuerpo y su proyecto de vida.

    Consideró que el abordar la sexualidad no solo como un desde la perspectiva del placer, sino de los derechos y como parte importante en el desarrollo de las personas ha tenido un impacto positivo al eliminar temores y podría tener repercusiones positivas en la colectividad.