Zurya Escamilla Díaz (Tlaxcala, Tlax., 30 de enero de 2020) Sí, tal como lo leyeron o escucharon el día de ayer, Tlaxcala destacó en el crecimiento de 14.2 por ciento en su actividad económica al tercer trimestre del año pasado y tuvo un comportamiento apenas menor en el periodo previo.
Seguramente, no distarán muchos las cifras del cierre de año y el gobierno estatal podrá continuar resaltando estas cifras positivas en empleo, economía, desempeño de la industria y disminución de la pobreza.
El reto ahora será mantener ese despunte, muy por arriba de las otras entidades, en lo que resta de la administración y aún más para quien asuma la responsabilidad al término del periodo de Marco Antonio Mena.
El Inegi también resaltó que este comportamiento positivo estuvo más marcado en las actividades secundarias que incrementaron en 36.5 por ciento, particularmente en la construcción; sector que, por cierto, en periodos anteriores la había colocado entre las entidades con menor crecimiento del país.
No es extraordinario este despunte, dadas las obras de infraestructura que ha impulsado el gobierno estatal y federal -carretera Apizaco-Tlaxcala, hospital general, estadio, obras en municipios- en el último año.
Sin embargo, este sector se caracteriza por otorgar empleos temporales a los trabajadores y si no se logra mantener la inversión -pública o privada- sobre él, una vez concluidas las obras; los números tendrán un importante descenso.
Por ello, el reto del gobierno de Marco Mena es sentar las bases para que este crecimiento se mantenga a largo plazo; incluso, más allá de su administración.
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